GOBERNATOR 2

“Me encantan las secuelas. Pero esta es la secuela que más me gusta”, pronunció Arnold Schwarzenegger, luego de que los resultados electorales confirmaran lo previsto por las encuestas. Hasta el momento, el ‘Gobernator’ tiene 4 millones 299 mil 977 votos, contra 2 millones 982 mil 493 del Demócrata, Phil Angelides. Las cifras de la Secretaría de Estado de California muestran a Schwarzenegger con el 56 por ciento de los votos y a Angelides con casi el 39 por ciento, una diferencia de 17 puntos. Todo el estado se pintó de rojo (color del Partido Republicano), salvo la zona de la Bahía de San Francisco y el Condado de Los Angeles, ambos bastiones Demócratas. La Corporación de Encuestas de Campo de California mostraba a Schwarzenegger unos días antes del proceso electoral del 7 de noviembre, con una ventaja de 15 puntos. Por su parte, el Instituto de Políticas Públicas de California le daba al mandatario 17 puntos de ventaja: 48 por ciento contra 31 por ciento. El PPIC indicó en su estudio que los temas prioritarios para el californiano promedio eran, en ese orden, inmigración, educación, presupuesto e impuestos y trabajo y economía. El Instituto de Investigación Política y Sondeos de la Universidad Estatal de San José estableció en un análisis que los Demócratas fallaron al relaciona a Schwrazenegger con el poco respaldado Presidente de Estados Unidos, George W. Bush. En el estado, tres de cada cinco votantes desaprobaban la forma en que el presidente manejaba el País. El Instituto reveló en octubre una ventaja de 46-33 a favor de Schwarzenegger. Sin embargo, el actor de origen austríaco no mantuvo siempre esta ventaja en las preferencias electorales. En octubre del 2005, un mes antes de las costosas elecciones especiales a las que Schwarzenegger convocó, Angelides tenía una ventaja de seis puntos en los sondeos. Las ocho iniciativas de ley propuestas a los ciudadanos californianos, cuatro de ellas que contaban con el respaldo del gobernador, fueron desaprobadas en las urnas. El ciudadano se dio cuenta de que la intención oficial era disminuir el poder de los Demócratas, al combatir al magisterio y redibujar los distritos electorales a su conveniencia. Todo apuntaba a que los Demócratas retornarían al Ejecutivo estatal, que les fuera arrebatado en el 2003, con la destitución de Gray Davis. Luego vinieron las campañas internas en ambos partidos. El Republicano iba prácticamente sin problemas al interior, con la figura de Schwarzenegger como su abanderado a la gubernatura. En el Demócrata, Angelides enfrentó al Contralor, Steve Westly, quien perdió luego de una muy sucia contienda por parte del primero, a pesar de ser un mejor candidato. Schwarzenegger, en enero, durante su informe de gobierno, le pidió disculpas a los californianos por no haberlos escuchado cuando le pidieron no convocar a elecciones especiales y esperar mejor a junio de este año, cuando se celebraron las elecciones primarias. A partir de ahí, Schwarzenegger se comportó más como un Demócrata que como Republicano. A pesar de su rechazo en un principio a un aumento del salario mínimo, al final estampó su firma en la iniciativa de ley que llevará al salario californiano a la cúspide en la costa oeste. El gobernador alcanzó acuerdos con los Demócratas en la Legislatura y logró la aprobación del presupuesto antes de la fecha límite, logrando el mayor gasto en el sector educativo en la historia del Estado. Se alejó también de la ultraderecha Republicana, conciente de que la mayoría de los votantes están registrados en el Partido Demócrata. Rechazó la ley de las licencias para indocumentados, también sabedor de que el tema no era relevante para la mayoría de los residentes de la entidad. Para mejorar su imagen, le recordó a los californianos la recuperación financiera del gobierno estatal y la creación de 650 mil empleos en lo que va de su periodo. Con esto se ganó la confianza y el voto de los electores del estado, quienes ahora esperan que el próximo cuatrienio Schwarzenegger redunde en mejores condiciones de vida. La segunda parte de esta película política se caracterizará por una recesión económica, según proyectan los analistas. Al igual que Gray Davis, Schwarzenegger enfrentará la disminución en los ingresos y los problemas con la forma en que deberán invertirse los fondos estatales en el futuro. Pero esa ya será otro capítulo de la saga.Por lo pronto, el mandatario cocinó adecuadamente su reelección.