Friday, November 03, 2006

ANOCHE

Anoche,
especialmente,
me dí cuenta
de cuánto te extraño.

En plena soledad,
encerrado en mis propios miedos
comiéndome
mi tristeza,
supe apreciar
todo lo que me haces falta.

Mucho es
lo que te necesito.
Escuchar tus palabras
de aliento,
de amor,
deseo en egoísmo.

Sabes,
bien dicen que
uno no sabe lo que tiene...

Y sí,
sin tu presencia
pude ver con claridad
que tu vida es mi vida,
que tus manos son medicina
en mi dolor.

Sabes que te quiero
seguro estoy
de que me amas,
pero al compartirme a mí mismo
supe de inmediato
todo lo que eres
y en quién te has convertido.

Tus manos extrañé,
extraño,
tus besos,
tus abrazos,
toda tú.

Y poco a poco pensé
lo que harías
para sacarme
de la tumba del dolor.

Y, sabes,
me dí cuenta
de que tu espíritu
me sigue a cada paso que doy.

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