Anoche, especialmente, me dí cuenta de cuánto te extraño. En plena soledad, encerrado en mis propios miedos comiéndome mi tristeza, supe apreciar todo lo que me haces falta. Mucho es lo que te necesito. Escuchar tus palabras de aliento, de amor, deseo en egoísmo. Sabes, bien dicen que uno no sabe lo que tiene... Y sí, sin tu presencia pude ver con claridad que tu vida es mi vida, que tus manos son medicina en mi dolor. Sabes que te quiero seguro estoy de que me amas, pero al compartirme a mí mismo supe de inmediato todo lo que eres y en quién te has convertido. Tus manos extrañé, extraño, tus besos, tus abrazos, toda tú. Y poco a poco pensé lo que harías para sacarme de la tumba del dolor. Y, sabes, me dí cuenta de que tu espíritu me sigue a cada paso que doy. |
Blog dedicado al análisis de información y comparación de asuntos fronterizos entre México y Estados Unidos.
Friday, November 03, 2006
ANOCHE
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