Thursday, February 22, 2007

Babel


Varios años atrás, una maestra de San Luis, Arizona, quien encabezaba el esfuerzo contra la medida que buscaba impedir la enseñanza de otros idiomas que no fuera el inglés en el vecino estado me lo dijo así: "Lo que ellos quieren es que nosotros lo hispanos solamente aprendamos a decir: 'May I take your order?'".
Según su hipótesis, esa era una de las pocas frases que sus contrincantes deseaba que los inmigrantes dijera en su trabajo.
Esta es la forma en que los empleados de las hamburgueserías le toman la orden a los comensales que acuden a disfrutar de alimentos altos en grasa, hoy casi vetados en la Unión Americana.
Lo que me comentó, en pocas palabras, era que los promotores de la erradicación del español y otras lenguas extranjeras en los salones de clase pretendían que los inmigrantes se convirtieran en empleados de salario mínimo, sin esperanza de prosperar.
En todo el país ha habido diversos movimientos a fin de establecer el idioma inglés como la lengua oficial de los Estados Unidos y prohibir de tajo la enseñanza de otros en suelo americano.
Uno de los promotores de este movimiento es el Congresista Republicano del estado de Iowa, Steve King, quien junto a otros 26 legisladores presentó apenas el 12 de febrero pasado la iniciativa de ley conocida como Acta de Unidad del Idioma Inglés del 2007, con la cual quedaría prohibido para el gobierno federal realizar esfuerzo alguno que no sea la lengua inglesa.
La única excepción sería en asuntos de seguridad nacional, salud pública, comercio y justicia criminal.
Según King, la medida recibe el apoyo de dos terceras partes de los hispanos en el País y del 80 por ciento de los norteamericanos.
Los promotores de la medida pretenden escudarse bajo el argumento de la asimilación de los inmigrantes y la comunicación entre los millones de estadounidenses.
En la anterior legislatura federal, el mismo congresista presentó una iniciativa similar, la cual recibió apenas el apoyo de 161 legisladores, a pesar de que la Cámara Baja estaba dominada entonces por el Partido Republicano.
También el Senador James Inhofe, un Republicano de Oklahoma, presentó en mayo del 2006 una enmienda a la propuesta de Reforma Migratoria del Senado, a fin de establecer el inglés como la lengua oficial del País.
La medida recibió el voto a favor de 62 senadores y la negativa de 35.
El Senador, basado en cifras de la Oficina de Presupuesto y Administración de la Casa Blanca, estimó que el gobierno federal gasta entre mil y 2 mil millones de dólares el proporcionar ayuda a quienes la requieren en un idioma distinto al inglés.
Muy feliz con la nueva medida presentada por King ante el Congreso estaba Mauro Mujica, un empresario de origen chileno y Presidente de la Mesa Directiva de la organización US English, a la cual pertenece el actual Gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, un levantapesas nacido en Austria, naturalizado estadounidense y convertido en actor.
La organización fue creada por el canadiense de nacimiento pero de origen japonés y ex Senador de Estados Unidos, Samuel Ichiye Hayakawa.
Esta organización ha logrado que el inglés sea el idioma oficial en 28 estados, incluido California, donde se siguen otorgando servicios a los inmigrantes que no hablan el idioma ‘oficial’.
Y esto gracias a la difusión de cifras tomadas del censo 2000.
En el país hay 21.3 millones de personas que están limitadas en el idioma, donde se hablan 322 lenguas distintas (con California a la cabeza con 207) y cuyos inmigrantes que lo dominan tienen más del doble de los ingresos que quienes no pueden conversar inglés.
Los promotores del oficialismo inglés aseguran que el Departamento de Vehículos Motorizados de California gasta al año 2.2 millones de dólares por prestar servicios en otros idiomas, el Condado de Los Angeles eroga 16 millones en emitir boletas electorales bilingües y el de San Francisco 350 mil por la traducción de cada documento público.
El Instituto Tomás Rivera, un reconocido centro de estudios sobre los latinos, indica que el obstáculo que más comúnmente se cita para acceder a la educación superior es la lengua.
Pero la medida del congresista King no contempla el apoyo educativo o capacitación para quienes son incapaces de comunicarse en la lengua de la Corona Británica.
Sencillamente dejarían a los millones de migrantes aislados.

México…
Caso contrario ocurre en México, donde la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas pretende establecer las lenguas nativas con los mismos derechos que el español, el idioma oficial ‘de facto’.
De acuerdo a datos oficiales, el 6 por ciento de la población habla una lengua indígena y el 3 por ciento no habla español.
El náhuatl lo hablan 1.5 millones de personas y el maya yucateco 800 mil. Pero no todas las lenguas aborígenes son tan ampliamente habladas en el País.
De acuerdo a la Procuraduría de los Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California, solamente cuatro personas hablan kiliwa, una lengua nativa de la entidad que está a punto de morir.
De 62 lenguas indígenas que se hablan en México, 20 parecen tener el mismo destino que el kiliwa, la más antigua de las lenguas yumanas y que se habla tanto en Estados Unidos como en México.
Otras tienen menos de 500 parlantes: Ocuilteco, Papado, Quiché, Seri, Kikapú, Motozintleco, Kumiai, Pai Pai y Cucapá, estas tres últimas originarias de Baja California.
La pérdida de estas lenguas, de acuerdo a la PDH, se debe a diversos factores, como la migración, la venta de tierras, los matrimonios con personas no hablantes, discriminación, muerte natural y desuso.
El Cochimí, por ejemplo, es una lengua que ya no existe, porque no hay habitantes que la hablen.
La PDH señala que cada vez hay más desinterés gubernamental gracias a la marginación en que viven, la carencia de expectativas de desarrollo y violentados por la propiedad de las tierras que antes de la llegada del hombre blanco dominaban.
A pesar de esto, en Baja California se hablan el 90 por ciento de las lenguas indígenas del País, ya que de las casi 82 mil personas que pueden conversar en una de estas, 38 mil lo hacen en 56 de las 62 que exis-ten en México.
La ley federal establece que los gobiernos estatales y municipales deberán prestar servicios en la lengua de los pueblos que vivan en sus comunidades.
En el caso de la región, sería el Cucapáh.
¿Tendrán ya empleados bilingües los gobiernos bajacaliforniano y sonorense?
Quizá la intención de Fox haya sido buena, pero la verdad es que cada vez más los indígenas mexicanos están cerca de optar por trabajos donde solo cuestionen en castellano al cliente: ¿puedo tomar su orden?

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