Wednesday, February 14, 2007

Entre grillos y chapulines te veas







Al diputado y coordinador de la bancada panista en el Congreso de Baja California, Carlos Astorga, le molestó y bastante que se comparara la gran actividad política que se hace al interior de la XVIII Legislatura con la ‘grilla’ partidista.
El reportero de La Crónica, Hugo Ruvalcaba, destapó lo que saben muchos otros que cubren la fuente legislativa: que los diputados se la pasan más haciendo labor para su partido político que para el Congreso y, peor aún, que para los ciudadanos comunes.
Astorga Othón, además de coordinar a los panistas en el congreso, también hace las veces de representante de los blanquiazules ante el Consejo Estatal Electoral.
Legisladores en todo el mundo hacen, por supuesto, trabajo para los institutos políticos. Sin embargo, éste no debiera consumir la mayor parte del tiempo, el cual debe estar más enfocado en atender las necesidades de la población.
En lugar de haber realizado un acto de autoanálisis y contrición personal, el soberbio panista subió a la tribuna, ofendido por las palabras escritas en el rotativo local, diciendo que esa no es la forma en la que se debe expresar medio de comunicación alguno sobre el desempeño en el congreso.
Aunque no se han presentado problemas mayores como aquella famosa ‘Noche de las Patadas’, cuando los diputados de la oposición entraron a puntapiés y quebrando vidrios en las oficinas de la Contaduría Mayor de Hacienda, poquísimos resultados ha obtenido la actual legislatura.
Dos ejemplos: una ley ‘Elvira’ (nombrada así por su autora, la diputada panista Elvira Luna Pineda), contra los abusadores sexuales de menores de edad que terminó siendo desechada por los mismos legisladores; y una reforma electoral aprobada por el ‘mayoriteo’ panista y que el Tribunal Federal Electoral echó al caño.
Por si fuera poco, esta semana el diputado del PRI, Elías López, denunció que el gobierno estatal se ha negado a desarrollar las guías nutricionales para aplicar la llamada ‘Ley Antichamoy’, aunque ya el diputado Astorga presentó una iniciativa al respecto (que anunció como uno de sus grandes logros junto con la creación del Instituto de Donación de Organos).
Eso sí, posicionamientos, declaraciones, foros, eventos, convocatorias, y un sinnúmero de etcéteras, giran en torno al actuar legislativo de 25 seres humanos.
Si acaso de lo más destacable en lo que ha hecho esta Legislatura se encuentran la Ley de Transparencia y Acceso a la Información (cuestionada por periodistas y adoptada luego de años de foros y negociaciones), y la Ley de Fomento a la Competitividad y el Desarrollo Económico (criticada por el sector empresarial).
Sin embargo, los enormes pendientes opacan los magros resultados.
Durmiendo el sueño de los justos están la Reforma del Estado, la Ley Indígena para el estado, la Ley de Desarrollo Social, la municipalización San Felipe y San Quintín, la Ley de Responsabilidad Patrimonial, la creación del Instituto de Medicina Legal, la Ley de Prevención y Gestión Integral de Residuos de Baja California y el Instituto Bajacaliforniano de la Incapacidad.
Aún así, Astorga se molestó, siendo el único legislador que se puso el saco con la nota de La Crónica.
Situación muy distinta se vive en otros lares: hace algunas semanas, el Congreso de Coahuila de Zaragoza adoptó la Ley de Pactos Civiles de Solidaridad, una especie de matrimonios entre personas del mismo o de distinto sexo.
El fin de semana anterior, el Congreso de Michoacán de Ocampo aprobó una reforma electoral que, entre otras cosas, permite el voto de los michoacanos en el exterior para las elecciones de gobernador.
En ese mismo congreso, se anunció que se presentará una iniciativa para constituir las sociedades de convivencia, similares a las del estado coahuilense.
Entrevistados sobre el tema, varios diputados bajacalifornianos señalaron que no existen condiciones en la peninsular entidad para este asunto, ya que resulta sumamente controversial para meterlo en la agenda y, sobre todo, por la falta de tiempo.
Y es que los legisladores están más ocupados en el próximo proceso electoral: los panista Raúl López y Ricardo Magaña en las campañas de Rodolfo Valdez y Kiko Vega, respectivamente; el priísta, Guillermo Aldrete, haciendo arreglos para la alianza electoral de su partido político; el también tricolor, Obed Silva, detallando la campaña de Jorge Hank a la gubernatura; el chapulín perredista, Jaime Palafox, preparando su candidatura como alcalde de Ensenada; el panista, Manuel Pons, orquestando la estrategia del candidato a alcalde de Mexicali, José Félix Arango; y el ex ecologista y ahora panalista, Roberto Gallegos Gil, haciendo equipo con los panistas. Y así, los demás: haciendo ‘grilla’.
En lugar de hacer una contracrítica (que resulta ser sumamente cínica), Astorga Othón debió aceptar en silencio la crítica del periódico y actuado en consecuencia, promoviendo el voto a favor de tantas leyes que siguen esperando su turno.

En California…
El año pasado, el Gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, firmó 910 iniciativas de ley y vetó otras 262.
En total, la Legislatura le envió a su despacho mil 172 iniciativas que fueron aprobadas tanto en la Asamblea como en el Senado estatales, previo análisis en comisiones.
Si tomamos en cuenta que la Legislatura Californiana tiene 80 asambleístas y 40 senadores, el promedio de los 120 legisladores fue de 9.76 iniciativas por cada uno que se enviaron al Ejecutivo. Esto, sin contar las medidas que permanecieron congeladas en comisiones o que fenecieron por falta de votos.
¿Cuántas tiene cada diputado bajacaliforniano?
Y aún más, ¿cuántas tiene Astorga Othón?

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