El alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, es sumamente popular entre sus ciudadanos y vecinos.
Fue por su carisma y sentido social que los electores decidieron darle la oportunidad de encabezar los trabajos del condado de la bahía.
En diciembre del 2003, los electores le dieron a Newsom 133 mil 546 votos contra 119 mil 329 de su rival, Matt González.
Un mes antes, el ahora alcalde por poco logra la elección directa, ya que estuvo cerca de obtener el 50 por ciento más uno de los votos emitidos.
Prácticamente, el alcalde Newsom gozaba una extraordinaria popularidad de 70 por ciento, hasta que el diario San Francisco Chronicle publicó un incidente personal, pero con repercusiones nacionales.
A través de su página de internet, el rotativo dio a conocer una discusión entre Newsom y su asistente, Alex Tourk, de 39 años de edad.
El empleado del alcalde, quien en septiembre se convirtiera en su jefe de campaña, enfrentó a su patrón por haber sostenido una relación sexual con su exposa, Ruby Rippey-Tourk, de 34 años de edad, quien en alguna ocasión fuera secretaria de nombramientos.
El rumor del pleito rondó por los confines de las oficinas del gobierno de la ciudad y, por supuesto, llegó a los oídos de los reporteros del Chronicle. Por ello, la noche del miércoles 31 de enero, el diario sacó en su página el tema.
Al día siguiente, el alcalde Newsom se apareció en las oficinas del gobierno local, pero era esperado por decenas de reporteros de las cadenas televisivas y otros medios de comunicación de la bahía, aguardando la reacción del edil.
“Estoy profundamente avergonzado”, dijo Newsom en una conferencia de prensa, donde se negó a responder preguntas de los reporteros.
En el monólogo oficial, Newsom reconoció haber tenido el encuentro carnal con la mujer de su asistente, quien renunció por este motivo.
“Quiero dejar en claro que todo lo que han leído es real y estoy avergonzado por ello”, agregó el alcalde, quien extendió una disculpa a la familia de Tourk.
Políticamente correcto, el ex asistente expresó en un comunicado de prensa que fue un honor y un privilegio el haber laborado al lado de Newsom tanto en las campañas electorales como en el gobierno de la ciudad.
Rippey-Tourk, conductora de un noticiario de radio, aceptó frente a su marido haber sostenido una efímera relación sexual hace unos 18 meses, cuando ella laboraba para el hoy alcalde, quien entonces estaba en proceso de divorcio de la ex conductora del noticiario de Fox en la ciudad, Kimberly Guilfoyle.
Newsom buscará la reelección en noviembre próximo, pero enfrentará una dura contienda (si es que llega al final), ya que sus rivales le han exigido la dimisión, además de que ahora el escándalo se ha hecho mayor.
El mismo alcalde admitió tener problemas con el alcohol, por lo que buscará apoyo de especialistas que el ayuden a dejar las copas (de cristal, por supuesto).
Durante su anuncio, Newsom dijo que sus problemas no han interferido con sus actividades al frente del gobierno, pero que necesita el auxilio de un experto para mantenerse sobrio.
Cuando menos dos regidores-supervisores de la ciudad y condado de San Francisco, han solicitado que Newsom deje la alcaldía. Las leyes locales dejarían las riendas de la ciudad en manos del Presidente del Concejo Municipal, Aaron Peskin.
Por supuesto, el alcalde y licenciado en ciencias políticas por la Universidad de Santa Clara, piensa distinto.
Los reporteros de los medios de comunicación nos movemos en ocasiones entre los asuntos públicos y los privados de nuestras autoridades.
En México se cree que a los funcionarios públicos se les debe respetar su intimidad. Pero, ¿hasta dónde llega esa línea entre lo íntimo y lo público?
Un ejemplo fue la erróneamente llamada ‘Pareja Presidencial’, que tanto daño le hizo al tan esperado sexenio del cambio, que nunca lo fue.
Sin embargo, los públicos (llámese lectores, radioescuchas, televidentes o cibernautas), tienen derecho a saber y juzgar cuando las actividades privadas de sus representantes afectan su desempeño.
En Estados Unidos la realidad es muy distinta: he ahí el caso del ex Presidente, Bill Clinton, y el ‘affaire’ Monica Lewinsky que marcó para siempre su vida y el segundo periodo de gobierno. O también en California el caso del ‘Gobernator’, acusado de haber tocado en las nalgas a varias de sus ex asistentes.
Los reporteros norteamericanos defienden a capa y espada el derecho de la masa gobernada a saberlo todo sobre sus autoridades, en ocasiones con la finalidad de provocar mayores ventas o ratings.
Bajo esa óptica, los consumidores de medios podrían haberse enterado de cierto gobernador, a quien demandaron para que reconozca la paternidad de dos criaturas; o de cierto ex alcalde de quien se rumora tuvo amoríos con una de sus secretarias, con quien supuestamente tuvo un hijo y que casi termina con su matrimonio y carrera política; o los funcionarios que sostienen relaciones homosexuales; e incluso, de un alcalde que compró o ganó en una apuesta a quien hoy es su esposa.
Afortunadamente, para ellos, están en México.
Blog dedicado al análisis de información y comparación de asuntos fronterizos entre México y Estados Unidos.
Wednesday, February 07, 2007
LA PRIVACIA DE UN HOMBRE PUBLICO
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1 comment:
nombres! nombre! queremos nombres! :D
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