Tuesday, June 19, 2007

Agenda para los migrantes cachanillas

Hace algunos días, conversaba con un candidato a la alcaldía mexicalense, quien me mostraba su preocupación por los migrantes que llegan a la ciudad día. Por supuesto, se refería a los aspirantes a indocumentados en la tierra del Tío Sam.
En la capital bajacaliforniana hay otro tipo de migrantes, completamente cachanillas, quienes han sido olvidados por su gobierno: los legales.
Prácticamente igual a lo que hace la cancillería con los migrantes indocumentados que van hacia Estados Unidos, los migrantes legales son dejados a la voluntad de Dios, a pesar de contribuir a la economía mexicalense de manera muy importante.
Un reporte del Centro de Estudios Económicos del Sector Empresarial de Mexicali, revela que en el 2005 los residentes de Mexicali que laboran en el Valle Imperial ascendían a 33 mil 676 personas. En dos años, seguramente, la cantidad se ha incrementado.
Baja California no destaca como un estado que recibe grandes aportaciones vía remesas. De hecho, se ubica entre los últimos lugares: se calcula que los bajacalifornianos en el exterior aportaron 54 millones de dólares al estado en los primeros tres meses de este año (una décima parte de lo que recibió, por ejemplo, el estado de Michoacán).
Sin embargo, donde realmente está lo sustancial radica en lo que gastan los bajacalifornianos con residencia legal en Estados Unidos: 2 mil 116 millones de dólares, equivalente al gasto del gobierno estatal en un solo año.
Los cachanillas con residencia permanente aportaron a la economía 804 millones de dólares, unas cuatro veces el presupuesto de egresos del Ayuntamiento de Mexicali.
A pesar de mantener a flote la economía de la región, siguen sufriendo vejaciones diversas: largas filas y acoso por parte de elementos de aduanas norteamericanas, discriminación laboral y bajos sueldos, sin que las autoridades hagan algo por evitarlo o, cuando menos, velar por sus intereses.
Los ingresos que obtienen del lado americano de la frontera no alcanzan para adquirir las carísimas viviendas, por lo que se ven obligados a seguir viviendo en la capital bajacaliforniana.
Por tener vehículos registrados en California o Arizona, son perseguidos por las corporaciones policíacas y obligados a pagar las multas correspondientes en la misma comandancia, algo que no ocurre con el resto de los residentes.
Tan solo el hecho de que la policía municipal lleva a los emigrados que cometen una falta de tránsito hasta la misma comandancia para que, ahí mismo, paguen la multa, ya es considerado como discriminación oficial.
Peor aún, si el infractor no lleva dinero en efectivo, debe ‘sacar’ dinero del cajero instalado en la comandancia, pagando además los cinco dólares por manejo de cuenta internacional.
En este gobierno municipal se creó una policía turística para atender a quienes nos visitan, pero ¿y los mexicalenses que se van por necesidad a trabajar del otro lado, regresando a sus hogares al caer el sol?
Al finalizar del año escolar en Caléxico, a decenas de menores se les impidió recibir sus boletas, por el solo hecho de no vivir en el lado americano.
¿Qué hicieron las autoridades mexicalenses por ellos?
Nada.
Esto a pesar de que esos niños son emigrados y hasta ciudadanos quienes viven en Mexicali y ahora, por haber sido expulsados de las escuelas de Caléxico, perdieron todo un año escolar, sin que autoridad alguna los defienda.
Y ni qué decir sobre los campesinos desplazados por el cierre de parcelas y la transferencia de aguas del Valle Imperial al Condado de San Diego.
Una buena parte de esos trabajadores del campo cruzan a diario por la madrugada para intentar colocarse en un empleo que les permita sostener a sus familias.
¿A qué se dedican estos campesinos si no encuentran trabajo?
¿Quién los ayuda para que empleen su tiempo en algo producitivo si se regresan a Mexicali?
El priísta Guillermo Aldrete Haas, diputado “con vergüenza” y Presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos, se ha dedicado a criticar la poca atención del gobierno en temas como en el Todo Americano y la defensa de los migrantes.
Pero, ¿qué ha hecho él mismo en su carácter de defensor y representante del pueblo?
En el Ayuntamiento de Mexicali la más cercano a la atención oficial de estos problemas es un puesto de Relaciones Internacionales, dependiente de la Dirección de Relaciones Públicas, que solamente organiza reuniones sociales del alcalde con otras autoridades, sin muchos resultados.
La semana anterior, un candidato a diputado local y otro a la presidencia municipal se dedicaron a repartir propaganda en la línea fronteriza, donde tienen cautivos a estos decenas de miles de votantes, pero que no han sido incluidos en su agenda política.
Los aspirantes a la alcaldía local no tienen ni tendrán un programa integral de apoyo para estos migrantes cachanillas, con el cual se atiendan sus problemas tan particulares y defiendan sus derechos.