Tuesday, June 19, 2007

Mienten candidatos

Como cada año, los cachanillas y sanluisinos se ven en un terrible dilema de vida o muerte: pagar la ‘luz’ o comer.
Ante esta disyuntiva, por décadas ha sido sumamente pública la exigencia de reducir el cobro de las tarifas de energía eléctrica en este rincón de México.
Funcionarios públicos (antes mucho más que ahora) y activistas se han pronunciado en contra de los altos costos de la electricidad con movimientos de lo más diverso, sin que hasta ahora se haya dado alguna solución.
En tiempos del PRI-Gobierno, los protestantes no eran siquiera escuchados: Carlos Salinas de Gortari, en sus giras como presidente, se encerraba con el gobernador en sus oficinas, mientras de Ernesto Zedillo queda aquélla frase lamentable de “o paga o se la cortan”.
Cuando vino el foxismo, los mexicalenses y sanluisinos tenían la esperanza de que la anunciada tarifa 1-F daría a los consumidores de la paraestatal el tan anhelado sueño de pagar lo justo por el consumo energético; sin embargo, resultó mucho peor, pues el subsidio a las tarifas ahora se cobra ‘a lo chino’ durante el invierno. Con el gobierno del guanajuatense llegaron también los recibos ‘locos’.
El año pasado, varios entonces candidatos a la presidencia firmaron un documento del Frente Cívico Mexicalense en el cual se comprometieron a reducir las tarifas eléctricas.
El panista Felipe Calderón estampó su firma en el texto, pero escribió que debía buscarse alternativas, sin que hasta el momento se sepa a que carajos se refería.
Ahora, el diputado del Partido Estatal de Baja California, Jorge Núñez, se rasga las vestiduras, exigiendo que Felipe Calderón cumpla su promesa.
En este 2007, en Baja California, se vive otra vez la fiebre de las campañas políticas, con la elección el próximo 5 de agosto del próximo gobernador, cinco presidentes municipales y 25 diputados.
A los dos principales candidatos se les ha ocurrido la brillante idea de construir una planta eléctrica, con inversión privada, para dotar de energía gratuita durante el irresistible verano a los mexicalenses, como solución al traído y llevado problema.
José Guadalupe Osuna Millán es quien ha proporcionado más información sobre su propuesta: una inversión de 115 millones de dólares para dotar de 500 kilowatts-hora a cada uno de los alrededor de 250 mil usuarios capitalinos.
Dicha planta, según el panista, tendría una capacidad de producción de 177 megawatts.
Sobre ello, cuestioné a un especialista en la materia.
La verdad es que la inversión alcanzaría para dar servicio a unos 25 mil clientes.
Además, esta planta generaría también una enorme cantidad de contaminantes al medio ambiente regional.
Se calcula que las plantas instaladas en la Delegación Progreso emanan casi 300 toneladas de humo venenoso a nuestra región, a pesar de contar con instalaciones que supuestamente aminoran el impacto al medio ambiente.
El Valle Imperial es un área que no ha podido alcanzar los límites mínimos de contaminación ambiental según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, y Mexicali es la segunda ciudad más contaminada del País.
Por ello, decenas de miles de niños deben llevar entre sus pertenencias los aerosoles antiasmáticos y el resto de la población se ve obligada a consumir pastillas contra la alergia.
Como los panistas ven todo desde la óptica empresarial, seguro han de pensar que con esto estimularán el comercio y el desarrollo económico regional. En fin.
El problema real de las tarifas de electricidad tampoco lo es su alto consumo, sino los bajos salarios.
Si una familia proletaria ganara 10 mil pesos quincenales, ¿estarían preocupados por pagarle a CFE?
Porque esto no sucede, los canddiatos debían pensar más en quienes menos tienen. Pero ninguno tiene una propuesta real.
Hace años, los gobiernos estatal y municipal aportaban parte del subsidio a las tarifas eléctricas. Esta medida podría resucitar de la muerte política si se crea un Proyecto de Apoyo Integral al Pago de Energía, con el cual se asignarían varios millones de dólares a fin de que las familias más pobres de Mexicali reciban un bono para pagar la electricidad, a cambio de trabajo comunitario.
Esto mientras se arregla el asunto de las tarifas eléctricas.
Lo positivo de que es época electoral es el acuerdo entre gobierno del estado y CFE para no cortar la energía eléctrica durante los meses de julio, agosto y septiembre, en lo que pasan las campañas políticas.
Desafortunadamente, cuando todo sea tranquilidad política, volverán los cortes, los recibos locos, las quejas de la población y los pronunciamientos de los funcionarios electos y por despedirse del poder, pero ahora con la amenaza osunista de aumentar la contaminación regional.

Inseguridad periodística…
Por algo dice la organización Reporteros Sin Fronteras que México es el País más peligroso para ejercer el periodismo, después de Irak.
Ahora resulta que hasta los mismos ciudadanos amenazan a los periodistas.
Esta semana, tocó el turno a mis estimados colegas Antonio Magaña, Ángel Norzagaray y Antonio Heras, este último, intimidado por el mismo Director del Instituto Estatal Electoral. Y todo, al calor de las estúpidas campañas pseudo-políticas, que no han sido otra cosa que un mero circo falto de propuestas reales de solución a los problemas de los bajacalifornianos.