El martes 5 de junio anterior, se cumplieron 25 años de que la Organización de las Naciones Unidas promulgara el Día Mundial del Medio Ambiente.
La intención era en aquella primavera de 1972, concientizar a la población de todo el orbe sobre lo que en aquel entonces se veía como un terrible efecto por el uso irracional de los recursos naturales.
La quema de combustibles fósiles, la deforestación indiscriminada, el tirar desechos a los cauces de agua, entre otros, han causado lo que ahora se conoce como el calentamiento global, que no es otra cosa sino la elevación de las temperaturas promedio en el planeta.
Todos estos problemas se ven tan lejanos, pero nos estamos viendo afectados en esta región con mayor intensidad.
Ya lo dijo hace algunas semanas un funcionario del gobierno mexicalense: el calentamiento global está provocando que este verano el termómetro aumente, en promedio, entre dos y tres grados centígrados más que en el 2006.
La tendencia, por supuesto, seguirá a la alza sin que alguno de los funcionarios públicos haga algo que realmente aminore o detenga el fenómeno.
Peor aún es el hecho de que con eventos sin sentido quieran hacernos creer su preocupación por el medio ambiente regional.
El XVIII Ayuntamiento de Mexicali, encabezado por Samuel Ramos Flores, ‘festejó’ el día ecológico recordando de los programas de cultura por la defensa del ambiente entre la población.
Uno de los sueños del llamado ‘pequeño gran alcalde’ era instaurar un sistema de verificación vehicular, con el cual se controlaría la contaminación y, por supuesto, se aplicarían multas por dejar circulando los automóviles contaminantes. Vil recaudación y puras promesas, pues el proyecto sigue durmiendo el sueño de los justos.
Otro de los programas locales es el de planeación y gestión ambiental, con el cual se distribuyen plantas diversas para ser plantadas en los vecindarios citadinos. Por ello mismo, creo, los gobiernos municipales han asesinado árboles en toda la mancha urbana para permitir la construcción o mejora de vialidades, sin restaurar el daño a la ciudad.
Dice Ramos Flores que también se atienden las denuncias ciudadanas de descarga de aguas residuales, emisiones a la atmósfera y la disposición errónea de los residuos sólidos.
Pero existe una lista de las autoridades federales que señala a una lista considerable de empresas que precisamente emiten a la atmósfera cantidades importantes de veneno, sin que alguien los detenga.
La cultura del reciclaje de la basura prácticamente no existe en la capital bajacaliforniana, permitiendo que se arrojen a los depósitos material que pudiera ser reutilizado y hasta hacer posible la generación de recursos.
En California, las leyes obligan a las municipalidades a reducir en un 50 por ciento sus desechos, lo que ha orillado a las autoridades correspondientes a aplicar multas a quienes no reciclan.
Hace algunos meses, se llamó a la población a seguir una regla que obliga a los ciudadanos californianos a depositar el desecho electrónico (llámese baterías, celulares, computadoras, entre otros) en condiciones adecuadas. Hasta ahora, este tipo de depósitos no existen. La ley es literalmente letra muerta.
Pero lo que a nivel regional en verdad contamina son las calles sin pavimentar.
A principios del actual sexenio estatal de Baja California, se emprendió el Programa Integral de Pavimentación y Calidad del Aire, en el que los mismos residentes deben poner dinero a fin de ver sus calles mejoradas.
Como la mayoría de la población vive en condiciones económicas modestas, el programa ha avanzado muy poco. Eso sí, al iniciar la gestión de Ramos Flores, empezó también una batalla por este programa, sin que hasta el momento haya dado resultados (y ni qué decir de las máquinas milagrosas del gobierno estatal que pavimentan más rápido y a menor precio, pero que fueron sumamente criticadas por la autoridad municipal).
El gobierno bajacaliforniano, por su parte, celebró el Día del Medio Ambiente con una exposición fotorgáfica.
El titular de la EPA bajacaliforniana, Enrique Villegas (hijo de un asesor del gobernador), anunció que el gobierno federal decretó la zona marina de Bahía de Los Angeles como Reserva de la Biósfera.
Hasta ahí la celebración estatal.
Mientras eso sucede, el gobierno californiano de Arnold Schwarzenegger, está enfrentado casi a muerte con su similar federal, encabezado por el también Republicano, George W. Bush.
El mandatario estatal busca que haya nuevas reglas que lleven a una reducción importante de las emisiones de gases de invernadero.
California es el estado que más contamina en todo el País, de ahí a que el actor convertido en político esté buscando el apoyo internacional (hasta con el saliente Primer Ministro Británico, Tony Blair), para poner en prática nuevas formas de hacer electricidad.
Pero el enemigo real del esfuerzo del ‘Gobernator’ está en casa: Bush, quien ha sido apoyado por el sector energético (compañías petroleras, principalmente), se ha opuesto y ha dispuesto de todo lo que está de su parte para impedir la aplicación de las medidas de su compañero de partido.
Schwarzenegger puso en marcha tiempo atrás una iniciativa para construir casas que utilicen energía solar, lo cual ha sido bien aceptado por los Demócratas.
Pero en el condado de Imperial, donde Schwarzenegger no ha puesto un pie, existen muchos otros problemas de contaminación que siguen pendientes.
Entre éstos, el Río Nuevo, el cauce de agua más contaminante de norteamérica, y que se verá empeorado con la puesta en marcha de la Planta Las Arenitas (con recursos estadounidenses).
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha decretado a este condado como un área que no alcanza los límites máximos permitidos.
También está el asunto de las quemas agrícolas, los caminos sin pavimentar, la vaquita marina, las plantas electricas de la Delegación Progreso, las plantas procesadoras de desechos humanos, y un montón más de etcéteras.
No sería mala idea que, ahora que Mexicali está en pleno proceso electoral, que se presentaran propuestas para mejorar esta situación, antes de que las refrigeraciones no sean suficientes para mitigar el calor ‘termonuclear’ (aunque el PAN se haya aliado al Verde Ecologista en 2001 sin resultados reales, y que éste se haya coaligado ahora con un partido cuyo abanderado lleve un chaleco de piel de cocodrilo y se dedique a traficar con especies exóticas y en peligro de extinción).
Es pecado…
¿Por que la Iglesia Católica no clasifica a la contaminación como pecado contra el medio ambiente?
¿No fueron las manos de Dios las que crearon Tierra en seis días?
¿Que la Iglesia no cree en ese Dios, Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra?Quienes atentan contra el cielo, la tierra y el agua, ¿no atentan también contra Dios?
