Dicen que la opinión pública no tiene memoria. Para refrescarla, aseguran, estamos los periodistas.
Por ello, y porque en las últimas semanas se han dado una serie de asuntos que no deseo dejar pasar, escribo esta columna.
De ex gobernantes…
Los bajacalifornianos deben recordar cómo han sido sus gobernantes para tomar una buena decisión el próximo 5 de agosto.
Empecemos con los priístas: Don Roberto De la Madrid Romandía, el peor gobernador de Baja California, primo del ex Presidente, Miguel De la Madrid, y quien llegara al puesto gracias al entonces Presidente, José López Portillo (quien a su vez le trajera al País miseria, descomposición social y una enorme corrupción, cuya cereza en el pastel fueron los constantes atropellos de personajes como Arturo ‘El Negro’ Durazo).
Luego, vino su sucesor, el ex Alcalde de Tijuana, Don Xicoténcatl Leyva Mortera, mejor conocido como “Hic-o” por su afición consuetudinaria al alcohol. Lo más horripilante de su sexenio, antecesor de la debacle del PRI y la dolorosa llegada de Acción Nacional, fue su relación con narcotraficantes, semillero de la delincuencia que vive actualmente el estado.
En las filas panistas han habido también casos escandalosos: la obra enterrada del Chapulín del ’89 y sus guaruras conectados con narcotraficantes, Ernesto Ruffo Appel, el arresto del ex Director de Seguridad Pública, Hermenegildo Carmona Añorve, por ayudar a los Arellano Félix, la construcción de la mansión del hoy Senador Alejandro González Alcocer por el mismo edificador de la Cárcel de El Hongo, el asesinato de una persona por parte de Víctor Hermosillo en sus tiempos juveniles, el cambio de nombres de Maribel Arjona y la venta de predios por debajo del costo del ex Alcalde y Senador, Jaime Díaz Ochoa.
Es un peligro…
No lo dicen abiertamente, pero los panistas le están haciendo lo mismo a Jorge Hank Rhon que a Andrés Manuel López Obrador en su momento, a quien le criticaron diciendo que era un “peligro para México”.
Con sus anuncios, los blanquiazules abiertamente están llevando una campaña de miedo, como la del 2006, solamente que con distintos protagonistas.
La estrategia es precisamente infundir el temor entre la población para evitar que voten a favor del resucitado candidato, quien como Ave Fénix resurgió de las cenizas políticas por magia del Tribunal Federal Electoral.
Pero tienen mucha razón algunos columnistas al cuestionar el motivo por el que este hombre, de tan siniestro pasado, no ha sido apresado por las autoridades correspondientes.
¿Será por que los elementos suficientes para hacerlo no los quieren encontrar?
Esto revela ya sea ineficacia por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado o, mucho peor, complacencia de la misma autoridad.
A ver si en una de esas Hank Rhon no termina por cobrarle a Don Roberto Gómez Bolaños regalías, una vez convertido en el verdadero Chapulín Colorado (no contaba con su astucia, ¿verdad?).
El fantasma de Clinton…
La campaña política presidencial de la Senadora por Nueva York, Hillary Clinton, ha logrado hasta ahora y muy bien, separar a su esposo Bill de la misma, con el propósito de evitar el retorno de la trama del ‘Affaire Lewinsky’.
Pero entre los principales líderes de la campaña está el Alcalde de Los Angeles, Antonio Villarraigosa, a quien recientemente su esposa le demandó el divorcio.
Esto se dio luego de haberse dado a conocer su relación extramarital con la periodista del Canal 52 de Telemundo, Mirthala Salinas.
El tema de la infidelidad es sumamente sensible en la candidata presidencial, luego del asunto de la ex becaria de la Casa Blanca, que casi lleva a su esposo a perder el puesto.
Villarraigosa llegó a la campaña Clinton en un momento en que se perdían batallas, pero que repuntaron significativamente, lo que parece consolidar el paso firme de la senadora.
Pero el asunto del alcalde y la reportera ahora le asesta un duro golpe a la ex Primera Dama, y se desconoce el impacto que tendrá o dejará de tener en el camino a la presidencia.
El turno de Canadá…
Leí con detenimiento una nota de Prensa Asociada, en la que se dio a conocer que el Gobierno de Canadá buscará defender su soberanía, al instalar una base naval en aguas que, según el gobierno estadounidense, son internacionales.
Como ocurrió en Kuwait e Irak, el gobierno de Estados Unidos pretende hacerse del control de esta parte del globo para instalar nuevas bases de extracción de petróleo.
En la zona, ubicada al noroeste canadiense, al parecer se encuentran los yacimientos de petróleo más grandes jamás explotados anteriormente.
La reducción del nivel de hielo en el área, gracias al calentamiento global, parece darle posibilidades a los especialistas de poder chuparle al planeta el llamado oro negro y empezar a procesarlo para su venta.
El gobierno canadiense asegura que la zona forma parte de su territorio, aunque Washington ya pegó el grito en el cielo, asegurando que se trata de aguas internacionales.
En el futuro próximo se espera una dura batalla en las cortes mundiales por este asunto.
¿Planeará George W. Bush una invasión a Canadá?
En México, ni por qué preocuparse: el poco petróleo que nos queda ya nos lo estamos acabando y, además, Washington controla a los presidentes desde hace varias décadas.
Limpiemos la presidencia…
Hace muchos años, un alto funcionario del gobierno de Baja California llegó a mi casa.
Yo tenía una pequeña reunión con unos amigos. Del automóvil se bajó el acompañante del funcionario.
“Dice aquel que si no tienes coca”, me interrogó.
En principio pensé que hablaba de algún refresco, pero no. Se trataba de droga.
Extrañado le pregunté: “¿Y a mí por qué me la pide?”.
“Pues no sé, pero dice que si tienes”, volvió a solicitar.
No creo que haya sido el último ni el único. Seguramente debe haber más, desde la Presidencia hasta la más humilde de las alcaldías.
Por eso, antes de pensar en aplicar exámenes antidoping en los alumnos de las escuelas del País, atropellando sus derechos, el primero en poner el ejemplo debe ser el inquilino de Los Pinos, don Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, y de ahí seguirle en la fila los 32 gobernadores y los miles de alcaldes de todo México.