Thursday, May 01, 2008

Pánico


“Panico en las calles de Londres. Pánico en las calles de Birmingham. Me pregunto a mí mismo. ¿Podrá la vida ser sana otra vez por las banquetas en que caminas?”.
Así rezaba una de mis canciones predilectas de la banda The Smiths, en el sencillo “Panic”, que salió a la venta en julio de 1986.
El sencillo, que nunca apareció en un álbum de estudio, alcanzó el primer sitio en el Reino Unido.
Si bien esta columna no es musical ni de espectáculos, las palabras de esta canción se podrían aplicar a lo que está ocurriendo en la región en los últimos días.
La población está al borde de la histeria o la paranoia con tanta sangre derramada en las calles.
Las autoridades, impotentes, prefieren sugerirle a la población que evite transitar libremente como se los debiera garantizar constitucionalmente.
Y es que las balaceras por las vías de tránsito han estado a la orden del día desde hace meses, lo que ha llevado a las autoridades a pedirle al ciudadano mantenerse dentro de sus casas.
El gran dilema es que el mismo gobernador creó una fuerza especial para combatir a estos criminales, asignando más oficiales y recursos del estado para estas tareas.
A pesar del esfuerzo oficial, estos tiroteos han visto una nueva ola violenta, los cuales dieron inicio en 1987, resurgieron once años después, para retornar en 2005 y ahora hace unos meses.
Desde el punto de vista de la policía, el fenómeno es casual, pues aseguran que si se toma en cuenta la cifra total de conductores en la calle, los muertos son muy pocos.
Eso sí, los altos funcionarios anuncian con bombo y platillo el reforzamiento de la vigilancia y la puesta en marcha de nuevas estrategias para combatir el crimen.
Quizá crea usted que estoy hablando de la coqueta Tijuana, pero no. En realidad esto ha pasado en el área de Los Angeles.
En febrero pasado, un hombre abrió fuego en contra de varios agentes policíacos en plena calle. El sospechoso terminó acribillado por las balas de los oficiales.
En la ciudad de Monrovia y el Valle de San Gabriel, en ese mismo mes la policía tuvo que enviar refuerzos a las calles, ya que las pandillas latinas y afroamericanas sostuvieron constantes enfrentamientos a balazos, que dejó varios muertos.
La respuesta oficial es que los residentes angelinos deberán acostumbrarse, ya que pandillas siempre habrá en la zona metropolitana.
Entre finales de febrero y el mes de marzo se registraron cuando menos siete tiroteos en las principales carreteras que atraviesan el condado de mayor importancia de California.
A muchos de los conductores que utilizan estas vías para llegar rápidamente a sus hogares u oficinas, les ha entrado un gélido temor por volver a circular en éstas.
El Alguacil del Condado, Lee Baca, aseguró que se fortalecerá la campaña contra las pandillas.
Hace algunos meses, el Gobernador del Estado, Arnold Schwarzenegger, anunció la creación de una nueva agencia encargada de eliminar a estos grupos delictivos del estado, y hasta asignó a un zar anti-pandillas que, como se ve, no han funcionado hasta el momento.
La violencia en la ciudad ha seguido en los últimos días: la noche del domingo, dos veinteañeros fueron acribillados y otras tres mujeres resultaron heridas de bala, luego de que les dispararan estando dentro de su vehículo desde una camioneta.
Una hora después, los teléfonos de la policía angelina recibieron una llamada que los llevó a Hollywood, donde encontraron muerto de bala a otro joven de 21 años de edad, Oscar Antonio Escobar, quien iba en camino a casa para llevarle comida a su esposa y tres hijos.
Los sospechosos: miembros de una pandilla de origen hispano.
Casi igual le ocurrió a una adolescente de 15 años de edad, quien cayó muerta en las calles de la ciudad, luego de que varios pandilleros le dispararon desde una camioneta Cherokee.
Esta misma semana, el Regidor Bill Rosendahl, junto a oficiales policíacos, anunció una recompensa de 50 mil dólares para dar con el paradero de los sospechosos del asesinato de Armando Mariscal, de 33 años de edad, ocurrido en octubre del 2007.
El hombre viajaba junto a varios amigos a bordo de un automóvil, cuando desde una camioneta deportiva le dispararon.
Como se puede ver, hasta hoy, las autoridades angelinas no han podido frenar la ola de violencia, como tampoco han podido resolver casi 25 mil asesinatos ocurrido entre 1987 y 2006, según la Procuraduría del Estado. Ni siquiera con jugosas recompensas.
Creo que igual le ha ocurrido y le seguirá pasando a la ciudadanía y autoridades de Tijuana y todo Baja California, por lo que el “Pánico” plasmado por el cantante Morrissey en aquella canción bien se podrá seguir cantando por mucho tiempo.
Claro, el artista en realidad se refería al miedo de circular por las calles escuchando la radio, ya que pedía “colgar al bendito DJ, porque la música que constantemente tocan no me dice nada de mi vida”.
Pero, me pregunto ahora a mí mismo, ¿a quién podremos “colgar” en los casos de Los Angeles y Baja California?

Alzheimer panista…
A los panistas, buenísimos para criticar cuanta acción realice su némesis AMLO, les da Alzheimer político selectivo.
A diestra y siniestra denunciaron la toma de las tribunas por parte del PRD y compararon a su líder moral (y de facto) con Adolfo Hitler.
¿Ya se les olvidaron los violentos actos de Francisco Barrio en la Chihuahua de 1986?
¿O al mismísimo candidato a la gubernatura guanajuatense, Vicente Fox, en 1991?
¿Qué les dice el nombre de Salvador Rosas Magallón de 1968?
Ah, es que ellos sí defendían a la democracia. Dicen.