Thursday, October 23, 2008

Cuello blanco

Desde hace varias semanas, las autoridades ministeriales de los Estados Unidos han dado a conocer algunos ‘golpes’ en contra de los llamados criminales de cuello blanco.
El 1 de octubre, el FBI informó del arresto de Kevin Michael Stewart en Indianapolis, Indiana, quien en marzo del 2006 hurtó una computadora de una subsidaria de AIG -la aseguradora que rescató el gobierno federal-, con información de casi 1 millón de clientes.
El sospechoso, de acuerdo al Departamento de Justicia, trató de extorsionar a la empresa con hacer públicos los datos si no le daban 208 mil dólares.
La misma fiscalía federal anunció otros golpes: Derek Davis, alias Terry McCullough, de 62 años, y Dino Rosetti, de 39, ambos de Roseville, California, fueron arrestados debido a que presuntamente entre junio del 2005 y diciembre del 2006 defraudaron a varios prestamistas de hipotecas con 16 propiedades en los condados de Sacramento, El Dorado y Placer.
Según las autoridades, los sospechosos entregaron información falsa de los ingresos de los compradores, pusieron un precio de venta muy por encima del valor en el mercado de las propiedades y las ‘ganancias’ fueron transferidas a la corporación Calorneva Land Company, de Nevada.
El urbanizador Charles Elliott Fitzgerald, de 48 años de edad y residente de Beverly Hills, fue sentenciado a 14 años de prisión y al pago de 42 millones de dólares a dos bancos que afectó.
El detenido fue asegurado en diciembe del 2006 en Samoa, a donde huyó en 2003 tras ser demandado.
Fitzgerald, indicó la procuraduría, es el séptimo sospechoso en ser sentenciado y otras dos personas relacionadas con el caso esperan que se les presenten cargos.
Los acusados inflaban los préstamos de viviendas lujosas de Beverly Hills, La Jolla y Malibú, entre otras, para hacerse de un total de 50 millones de dólares.
Tan sólo del banco de inversión Lehman Brothers, obtuvieron 80 préstamos entre el 2000 y el 2003.
En Newark, Nueva Jersey, fueron detenidos Michael Kaufman, de 39 años y residente de Pennsylvania; Andre Devieux, de 43 años y originario de Nueva York; y David Wynn de Nueva Jersey.
Entre mayo del 2004 y junio del 2005 ‘compraron’ 4 millones de dólares en propiedades con su empresa Home Start America, para luego venderlas a personas de bajos ingresos a precios mucho más altos, sin enganche ni costos de cierre de contrato, a través de la falsificación de información de los compradores para lograr los préstamos.
De ser hallados culpables, cambiarán su residencia a la cárcel durante las próximas dos décadas.
De manera similar trabajaron Anthony Wayne Hawkins, de 48 años; Brandon Alonzo Crenshaw, de 27; Nehemiah Jamal Douglas, de 28; Babette Jammer, de 47; y David Vasser, de 59. Todos de la ciudad de Houston.
La banda reclutaba a personas para comprar residencias, cuyos documentos falsificaban para obtener unos 17 millones de dólares en préstamos.
Stephen Lee Turpin, de 53 años de cárcel, pasará las próximas seis décadas en prisión, luego de haber defraudado entre 2003 y 2005 a varias personas con supuestas inversiones en diferentes países y a empresas ficticias.
A una mujer la convenció de abrir una cuenta en Suiza para transferir de ahí 1 millón de dólares a una supuesta inversión europea.
En lugar de ello, adquirió dos lujosas residencias y mantuvo un nivel de vida extravagante.
Ahora, deberá pagarle 2.1 millones de dólares a las víctimas, y el gobierno le confiscó dos casas y un hermoso BMW Z-4 Roadster, modelo 2003.
Terry y Rebecca Solomon, ambos de la ciudad de Tiburón, crearon un par de empresas fantasma y recibieron 18 millones de dólares de inversionistas para hacer negocios de telecomunicaciones en China y de diamantes en Japón.
A los socios les pedían una inversión de 60 días de plazo con la promesa de obtener un 20 por ciento de ganancias.
En realidad, los fondos cubrieron gastos de hotel, viajes de lujo, vacaciones, joyería fina y hasta el pago de colegiaturas en escuelas privadas para sus hijos.
En 2007 fueron arrestados en Filipinas y ahora esperan su sentencia.
Los resultados en el combate al fraude no han sido destacados solamente por el gobierno federal.
El Procurador de California, Jerry Brown, anunció hace poco un acuerdo con la empresa Countrywide por 8 mil 680 millones, de los cuales se repartirán 3 mil 500 millones en California.
La empresa prestamista más grande del país, antes de ser adquirida por Bank of America, alteró los contratos de sus clientes, aumentó los montos de los préstamos que otorgaba para vivienda y mintió en la capacidad de sus clientes para obtener los apoyos.
Por su parte, Citibank se dedicó a ‘barrer’ alrededor de 14 millones de dólares de unos 53 mil clientes entre 1992 y 2003.
Sus clientes habían fallecido, se acogieron a las leyes de bancarrota o estaban en proceso de litigación por parte del banco, cuando los empleados utilizaron un programa de cómputo y transfirieron esos recursos a su Fondo General para formar parte de sus activos.
El asunto fue filtrado por empleado en julio del 2001, que posteriormente fue despedido precisamente por dar a conocer el asunto.
Queda claro que tanta información del combate al crimen de cuello blanco tiene motivos políticos: mientras el gobierno federal pretende de esta forma tratar de calmar a la población ávida de resultados y de castigar a los culpables de la crisis financiera, el fiscal californiano desea hacerse de puntos positivos para su campaña política hacia la gubernatura del estado.
Pero los resultados fueron prácticamente opacados con un reporte reciente que publicó el diario New York Times.
El rotativo reportó que el área de investigaciones criminales del FBI fue recortada severamente para ampliar la de seguridad nacional tras la caída de las Torres Gemelas en septiembre del 2001.
Un total de mil 800 agentes de esa área fueron transferidos a la sección de terrorismo.
De los mil 722 oficiales que había en el programa de cuello blanco, quedan solamente mil 67, o sea, se redujo un 36 por cento.
Otra de las áreas de investigaciones criminales tiene que ver con el combate a las drogas. En los últimos siete años, el número de casos procesados ha bajado de 11 mil a poco más de 8 mil, esto es, un 26 por ciento menos.
Los casos de fraude financiero cayeron 48 por ciento, el de fraude por seguros 75 por ciento, y el de acciones y valores 17 por ciento.
Para que se dé una idea más precisa, los mil 500 casos que el FBI ha tenido que abrir por fraude financiero –incluidos los de AIG, Lehman Brothers, Freddie Mac y Fannie Mae-, empezaron en manos de unos 15 oficiales, aunque los agentes asignados a esta área ya suman 177.
Desde hace unos cuatro años, funcionarios del FBI han advertido al gobierno sobre los casos de fraude y auguran serios problemas para indagar en los que salgan a la luz con el paquete de rescate financiero.
Por si esto no fuera poco, a pesar de haber solicitado la contratación de mil 100 agentes, el congreso y el gobierno le han quitado 132, y de los 800 millones de dólares pedidos para la sección, los legisladores solamente asignaron 50 millones.
Ante la situación, las empresas víctima de fraude han tenido que contatar investigadores privados para resolver los asuntos.
Si alguien deseaba un prietito más en el arroz financiero nacional, el diario se lo concedió al debilitado gobierno de Bush.
Queda claro que no se puede tapar el sol ni 20 comunicados de prensa.

Policías muertos…
El FBI reportó hace algunos días que el número de oficiales policíacos muertos en el 2007 ascendió a 57, un aumento de 14.5 por ciento en comparación con el 2006.
La edad promedio de estos agentes era de 37 años, de los cuales habían pasado 10 en sus respectivas corporaciones. La enorme mayoría cayó víctima de un arma de fuego. De los agentes, 31 perdieron la vida en estados del Sur.
De los 62 atacantes identificados con las muertes, 58 tenían antecedentes criminales y 19 estaban en vigilancia por libertad condicional.
El FBI indicó que otros 59 mil 201 policías resultaron heridos en ataques, y cuatro de cada cinco fueron atacados con las manos, los puños y los pies.
¿Cuántos fallecieron el año pasado en México?