El pasado 15 de agosto, durante la sesión extraordinaria del congreso del Estado de Baja California, celebrada en el Centro Estatal de las Artes en Mexicali, el diputado panista Raúl López Moreno saltó de su curul para dar a conocer, a nombre de su conservadora fracción, una propuesta de reforma a las leyes electorales bajacalifornianas. La intención del legislador (quien cobra 122 mil pesos mensuales igual que sus otros 24 colegas), es terminar en parte con la representación proporcional tanto en la composición del Legislativo como la de los Cabildos. La medida, de aprobarse por el congreso y de ser promulgada por el Ejecutivo, recortaría de nueve a siete el número de legisladores que, aún perdiendo las elecciones, accesen al poder. La génesis de la representación proporcional viene de hace tres décadas, cuando en el gobierno del tristemente célebre José López Portillo decidió reformar la constitución para permitir a las minorías probar las mieles del poder, al otorgarles espacios políticos. Generalizado después al resto de las legislaturas locales y Cabildos municipales, partidos como el de Acción Nacional y Socialista Unificado de México, pudieron contar con bancadas pequeñas que no hacían mucho ruido, pero hacían ver a quien fue el único candidato presidencial en 1976 como un demócrata. La propuesta de López Moreno recortaría la cantidad de diputados locales de 25 en la actualidad a 23. Una limitación irrisoria e insuficiente, sólo para demostrar una falsa solidaridad con el posible recorte a los Ayuntamientos. El plan del blanquiazul bajacaliforniano pretende asignar solamente seis regidores a los municipios que cuenten con 250 mil habitantes o menos. Esto dejaría a Cabildos como los de Playas de Rosarito y Tecate con tres regidores provenientes del partido vencedor y otros tres de los perdedores. Los municipios de Tijuana y Mexicali tendrían en sus respectivos Cabildos a 12 y 11 regidores, de aprobarse la reforma presentada por López Moreno. Además, el inicialista busca que el Síndico Procurador, encargado de vigilar el actuar y gastar del gobierno municipal, sea electo directamente por la ciudadanía y no en bloque con la planilla del candidato a Presidente Municipal. La capital de Baja California tiene alrededor de 900 mil habitantes, quienes son representados por 15 regidores, de los cuales en la actualidad 7 son del PRI, 5 del PAN, 1 del PRD, 1 de Convergencia y 1 más del PVEM. El perredista Marco Antonio Vizcarra dijo recientemente que cada propuesta del cabildo les cuesta a los mexicalenses 300 mil pesos. Por ello, se pronunció a favor de reducir salarios y aumentar la productividad de los 15 integrantes del Cabildo local. Lo mismo debía ocurrir al nivel del Legislativo, pero esa es otra historia. Al otro lado… Más allá del número de regidores, lo realmente urgente es aplicar dos palabras del diccionario inglés que se refieren al trabajo de los representantes populares: constituency y accountability. La primera significa que los funcionarios electos por el pueblo cuentan con el respaldo de cierto sector de la ciudadanía, ya que representan a distritos bien delimitados. La segunda tiene que ver con la responsabilidad que el pueblo les confiere a sus representantes para ‘contratarlos’ a través del voto directo. En comparación, una ciudad como Los Angeles, donde viven alrededor de 10 millones de personas, el número de regidores es similar al de Mexicali: 15. De éstos, cuatro son de origen latino. Además, son elegidos por los ciudadanos que viven en los distritos electorales en los que se divide una de las ciudades más grandes del orbe. El Cabildo de San Francisco tiene 11 regidores, uno de ellos de origen latino y una más afroamericana. La ciudad cuenta con apenas 801 mil habitantes, por lo que cada uno representa a 72 mil seres humanos. Por si fuera poco, una Comisión del Servicio Civil establece los salarios de los regidores cada cinco años. Hasta el 2002, ganaban anualmente 38 mil 585 dólares. En San Diego, ocho regidores (incluido un latino y un afroamericano), toman decisiones para 1 millón 300 mil personas, uno por cada 162 mil. En Phoenix, capital de Arizona y una de las cinco ciudades más grandes de Estados Unidos, ocho regidores componen su Concejo Municipal para 1 millón 500 mil residentes. El promedio: un edil por cada casi 190 mil habitantes. Lo que resulta realmente ridículo es el número de regidores que tiene el Ayuntamiento de San Luis Río Colorado. En total, el Cabildo se compone por 21 regidores: 12 del PAN, 5 del PRD, 3 del PRI y un representante de la Tribu Cucapah. Cada regidor sanluisino representa a menos de 10 mil personas, ya que el municipio apenas tiene unos 200 mil habitantes. Lo peor en México es que, al ir en planilla, los regidores terminan por no representar al ciudadano, sino que se apegan a lo que les dicte el partido político que los postuló, sin dar la cara ante los votantes. A Sonora le hace falta un López Moreno, pero a los ayuntamientos mexicanos aplicar más el diccionario anglosajón y menos regidores. |
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Friday, November 03, 2006
Menos regidores
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