Si Dios me diera un solo día para amarte haría lo imposible para hacerlo el más feliz de tu vida. Te diría a cada segundo cuánto te quiero. Te haría momento tras momento cosquillas en el corazón. Buscaría cada oportunidad para hacerte sonreir. Me levantaría temprano para hacerte el desayuno. Me pedirías el cereal que te enloquece o los waffles de tu pasión. Y con esmero cocinaría tu gozo. Prepararía el baño y con mis manos lavaría tu cuerpo. Despacio. Sin prisas. Disfrutando tu piel, húmeda, fresca, tierna. Al terminar, peinaría tu alma con perfume de amor. Te obligaría a quedarte en cama leyendo, tal vez; con el paso de las horas dejaríamos que las palabras salieran una a una. Me platicarías, lo sé, de tus aventuras, tus amores, tus miedos. Lloraríamos, seguro, por lo que fue, por lo que es y por lo que no será más. Al terminar mi tiempo te agradecería por tenerte un solo día para mí. Pero si Dios decide que te quedes a mi lado, jurarte que te amo no haré. Sencillamente, haré hasta lo imposible por darte dicha eterna. |
Blog dedicado al análisis de información y comparación de asuntos fronterizos entre México y Estados Unidos.
Friday, November 03, 2006
Un día para amarte
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