Wednesday, December 06, 2006

PIG BROTHER


Desde la tarde del 28 de noviembre (un mes antes del Día de los Santos Inocentes), los panistas llegaron a la máxima tribuna del País y secuestraron el sitio que, se supone, deben exponerse los problemas que le aquejan a la nación.
Sólo a puntapiés, manotazos, gritos y jaloneos, perredistas y panistas se pusieron a ‘dialogar’ sobre la forma en que habría de tomar posesión el Presidente Usurpador, Felipe Calderón.
Se supone que en San Lázaro (que cada vez tiene menos de santo ese lugar) es donde se exponen las soluciones del País. Lo que vimos desde el martes 28 no es precisamente un modo adecuado para dar respuesta a las necesidades de la población.
De ahí que, aunque se haya anunciado una tregua entre las partes, todo apuntaba a que en la ‘Recámara de Diputados’ ocurriría un choque de trenes entre liberales y conservadores por la toma de posesión de Don Felipe de Jesús Calderón Hinojosa como Presidente Constitucional (¿e ilegítimo?) de México.
Este tipo de incidentes legislativos han ocurrido en otras partes del mundo, como en Japón, lo que significa que no es exclusivo de Repúblicas bananeras.
Pero ni en la crisis del 88, cuando el sistema político priísta le arrebató la victoria a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, se vio un espectáculo tan degradante como el de los diputados del pasado viernes 1 de diciembre.
Calderón Hinojosa, el Presidente Constitucional o Ilegítimo, según se vea, salió no solamente por la parte trasera de la Cámara de Diputados, sino como las cucarachas o las ratas, desde el mismo sótano, custodiado por elementos del Estado Mayor Presidencial y otras corporaciones policíacas federales.
Tal parece que el ahora ex Presidente, Vicente Fox, le hubiese pedido: “Oye, Felipillo, pues nomás protestas y te vas”.
¿Podrá el nuevo mandatario salir por la puerta de enfrente dentro de seis años, cuando él mismo tenga que entregar la banda que recibió el viernes 1? Eso sólo el tiempo lo dirá.
Luego viene el discurso oficial, donde muestra Calderón Hinojosa muestra paradójicamente el “Sí se pudo y sí se puede”, contrastado con su mensaje de diálogo.
La soberbia panista fue sumamente lamentable, sobre todo por ver a personas de la vida pública local: Lolita De Méndez, Francisco Rueda Gómez, Francisco Paredes, Jaime Díaz Ochoa, David Maldonado, entre otros.
Justificaron su actuar con la defensa de la ley, ya que el Presidente electo debía tomar el juramento de ley para ser oficialmente, presidente de todos los mexicanos.
Fue un espectáculo digno de un ‘reality show’, llamado ‘Pig Brother’ (con una excusa a los cerdos por favor), en la que en lugar de conversar y estar dispuestos a analizar propuestas para mejorar la vida de millones de pobres y evitar la migración anual de 500 mil seres humanos, optaron los legisladores rijosos por luchar a tres caídas sin límite de tiempo.
Desafortunadamente, la efímera toma de posesión sí fue pago por evento, que resulta ser sumamente caro para la vida política del País.
Las primeras acciones de Calderón fue mostrar su “mano firme”, lema de campaña panista: se apoya del Ejército, a cuyos integrantes promete aumentar sus sueldos (quizá para evitar un golpe de estado ante la crítica situación mexicana), y coloca a un ex Gobernador jalisciense, Francisco Ramírez Acuña, caracterizado por su odio a los Derechos Humanos y su amor por el golpe a los opositores.
Los perredistas expresaron físicamente su desacuerdo con la toma de posesión. Pero, sin quere justificarlos, tienen en el fondo algo de razón.
Desde hace años, el panismo ha golpeado a sus principales líderes: el ex candidato y ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, fue víctima de los atropellos con los cuales se pretendía sacarlo de la contienda electoral.
Ahora, los blanquiazules convocan a dialogar a la segunda fuerza política del País.
Son como los maridos malcriados que golpean salvajemente una noche a la mujer, para seducirla por la mañana e intentar copular con ella.
Lamentablemente, la respuesta de los Aliancistas por el Bien de Todos está llevando al presidente Calderón a radicalizar su gobierno.
La mano dura del nuevo mandatario lleva un enorme riesgo de convertirse en la política del garrote para los disidentes y críticos.
Quien pudiese ser el gran interlocutor entre las partes, el PRI, optó por neutralizarse para capitalizar a su favor el encono panista-perredista, olvidándose del bienestar de todos los mexicanos y escudándose en la civilidad y el respeto a las leyes.
¿Que el PRI es el gran ganador? Sin duda. Pero en su falta de convocatoria (la cual bien pudo lograr para promover cierto grado de armonía política en la cámara baja), se lleva de corbata al resto de los mexicanos. Lo peor es que el PRI seguirá con esa posición para obtener mejores logros en 2009.
Para rematar, Calderón Hinojosa se ‘piratea’ (con menor alcance, claro está) la propuesta que AMLO diera a conocer el 23 de septiembre del 2005, en San Marcos, Guerrero, para reducir los salarios de los altos funcionarios del gobierno federal. Sin duda, un movimiento para rebasar por la izquierda al mismo PRD, que seguro ya habrá causado el enojo de varios gobernadores, de ahí que Eugenio Elorduy Walther, su compañero de partido, no haya dado la cara en estos días por tierras bajacalifornianas.

Un poco de historia…
“¡Brindo por la salud de nuestros distinguidos visitantes y por el bienestar de los pueblos hermanos y amigos que representan!
“¡Brindo por el éxito del Gobierno que encabezará el Presidente Vicente Fox!
“¡Brindo por la unión y la prosperidad de todos los mexicanos, por ustedes y por México!
“¡Salud!”, discurso del ex Presidente, Ernesto Zedillo, el 30 de noviembre del 2000, durante una cena que concedió a los mandatarios extranjeros que fueron invitados a la ceremonia de cambio de poderes.

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