
Hace algunas semanas, la revista Forbes dio a conocer la lista de los ‘Billonarios’ del mundo, o sea, los seres humanos más ricos del orbe.
La palabra Billón es tomada del inglés ‘billion’, que significa algo completamente distinto en el sistema inglés que su intención real en el sistema métrico decimal.
En realidad, se habla de miles de millones o millardos, término adoptado hace años por la Real Academia de la Lengua Española a fin de clarificar la diferencia.
La lista de Forbes ennumera a los hombres y mujeres que poseen cuando menos 1 millardo o mil millones de dólares en sus propiedades.
En total, de los más de 6 mil millones de seres humanos, solamente 946 personas tienen esa cantidad.
Los medios de comunicación en México dieron cuenta de la asombrosa fortuna de Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo, de acuerdo a Forbes.
Slim, propietario de Telmex, auemntó su fortuna en 19 mil millones de dólares tan solo en un año.
Dice el mismo empresario que el cálculo fue hecho erróneamente y que sus pertenencias suman la misma cantidad que el año anterior.
Sea cual fuere la realidad, el asunto es que la fortuna del ex banquero es apenas la punta del iceberg en la fortuna de los poderosos en todo el mundo y en especial en México.
En toda América Latina hay 36 personas en la lista de Forbes, la cual también da muestra de la disparidad entre las regiones del planeta.
Por México, la lista la integran Alberto Bailleres, del Grupo Peñoles y Grupo Femsa, con 5 mil millones de dólares.
Le siguen Ricardo Salinas Pliegro, de Grupo Salinas (TV Azteca), con 4 mil 600 millones; Jerónimo Arango de Grupo Cifra (Aurrerá, Suburbia, El Portón, VIPS y Wal-Mart de México) con 4 mil 300 millones; Emilio Azcárraga Jean, de Grupo Televisa, con 2 mil 100 millones; María Asunción Aramburuzabala, de Grupo Modelo, con 2 mil millones.
La lista de mexicanos continúa con tres empresarios más: Roberto Hernández, de Grupo Banamex-Citigroup, con 2 mil millones; Isaac Saba, de Grupo Casa Saba, con mil 800 millones; y Alfredo Harp Helú, primo de Carlos Slim, con mil 600 millones.
En total son diez los ‘billonarios’ de ciudadanía mexicana, quienes ocupan el segundo sitio por países en latinoamérica, pues Brasil tiene a 18 nacionales en la lista de Forbes.
Lejos está en tercer lugar Chile, el país más próspero de todo el subcontinente, con apenas tres ‘billonarios’.
El promedio es un ‘billonario’ por cada diez habitantes mexicanos, sin contar a los que viven en la Unión Americana.
En otras latitudes, como el continente asiático y Oceanía, la cifra es mayor a la de latinoamérica.
Entre taiwaneses, japoneses, chinos, hindúes, australianos y sudcoreanos (entre otras muchas ciudadanías), hay 156 billonarios, de acuerdo a Forbes.
En África y Medio Oriente la cifra se reduce a 62 personas, entre éstas príncipes y empresarios petroleros.
En el viejo continente, la lista ennumera a 266 billonarios.
Pero es en tan solo dos países, Canadá y Estados Unidos, donde el número es mayor que en cualquier otra parte del mundo, con 432 billonarios, dos de los cuales ocupan los sitios 1 y 2 de la lista: Bill Gates III, de Microsoft y sus 56 mil millones de dólares, y Warren Buffet, del sector financiero con 52 mil millones de dólares.
El hecho de que norteamerica cuente con el 45 por ciento de los hombres más ricos del mundo nos debe llevar a reflexionar en dos asuntos.
Primero, que la riqueza generada en los Estados Unidos es y seguirá siendo, un atractivo imán para la inmigración, tanto la legal como la ilegal.
A pesar de los vaivenes de la economía y de los sufrimientos de quienes llegan a este País a probar suerte, el País de las barras y las estrellas sigue ofreciendo enormes ventajas respecto a las opciones laborales y hasta empresariales que existen en América Latina. De ahí que brasileños, argentinos, centroamericanos y principalmente mexicanos, sigan arriesgando sus vidas con tal de tener un mejor futuro.
Y segundo, que los monopolios u oligopolios propiedad de los hombres y mujeres más ricos de México deben no ver su fin, pero si tener una competencia real para distribuir la riqueza de una forma más equitativa.
Esa fue una de las esperanzas que se abrieron al iniciar el actual sexenio federal, pero tal parece que el ‘apapacho’ hacia los ricos continuará, al igual que la migración hacia el norte.
La palabra Billón es tomada del inglés ‘billion’, que significa algo completamente distinto en el sistema inglés que su intención real en el sistema métrico decimal.
En realidad, se habla de miles de millones o millardos, término adoptado hace años por la Real Academia de la Lengua Española a fin de clarificar la diferencia.
La lista de Forbes ennumera a los hombres y mujeres que poseen cuando menos 1 millardo o mil millones de dólares en sus propiedades.
En total, de los más de 6 mil millones de seres humanos, solamente 946 personas tienen esa cantidad.
Los medios de comunicación en México dieron cuenta de la asombrosa fortuna de Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo, de acuerdo a Forbes.
Slim, propietario de Telmex, auemntó su fortuna en 19 mil millones de dólares tan solo en un año.
Dice el mismo empresario que el cálculo fue hecho erróneamente y que sus pertenencias suman la misma cantidad que el año anterior.
Sea cual fuere la realidad, el asunto es que la fortuna del ex banquero es apenas la punta del iceberg en la fortuna de los poderosos en todo el mundo y en especial en México.
En toda América Latina hay 36 personas en la lista de Forbes, la cual también da muestra de la disparidad entre las regiones del planeta.
Por México, la lista la integran Alberto Bailleres, del Grupo Peñoles y Grupo Femsa, con 5 mil millones de dólares.
Le siguen Ricardo Salinas Pliegro, de Grupo Salinas (TV Azteca), con 4 mil 600 millones; Jerónimo Arango de Grupo Cifra (Aurrerá, Suburbia, El Portón, VIPS y Wal-Mart de México) con 4 mil 300 millones; Emilio Azcárraga Jean, de Grupo Televisa, con 2 mil 100 millones; María Asunción Aramburuzabala, de Grupo Modelo, con 2 mil millones.
La lista de mexicanos continúa con tres empresarios más: Roberto Hernández, de Grupo Banamex-Citigroup, con 2 mil millones; Isaac Saba, de Grupo Casa Saba, con mil 800 millones; y Alfredo Harp Helú, primo de Carlos Slim, con mil 600 millones.
En total son diez los ‘billonarios’ de ciudadanía mexicana, quienes ocupan el segundo sitio por países en latinoamérica, pues Brasil tiene a 18 nacionales en la lista de Forbes.
Lejos está en tercer lugar Chile, el país más próspero de todo el subcontinente, con apenas tres ‘billonarios’.
El promedio es un ‘billonario’ por cada diez habitantes mexicanos, sin contar a los que viven en la Unión Americana.
En otras latitudes, como el continente asiático y Oceanía, la cifra es mayor a la de latinoamérica.
Entre taiwaneses, japoneses, chinos, hindúes, australianos y sudcoreanos (entre otras muchas ciudadanías), hay 156 billonarios, de acuerdo a Forbes.
En África y Medio Oriente la cifra se reduce a 62 personas, entre éstas príncipes y empresarios petroleros.
En el viejo continente, la lista ennumera a 266 billonarios.
Pero es en tan solo dos países, Canadá y Estados Unidos, donde el número es mayor que en cualquier otra parte del mundo, con 432 billonarios, dos de los cuales ocupan los sitios 1 y 2 de la lista: Bill Gates III, de Microsoft y sus 56 mil millones de dólares, y Warren Buffet, del sector financiero con 52 mil millones de dólares.
El hecho de que norteamerica cuente con el 45 por ciento de los hombres más ricos del mundo nos debe llevar a reflexionar en dos asuntos.
Primero, que la riqueza generada en los Estados Unidos es y seguirá siendo, un atractivo imán para la inmigración, tanto la legal como la ilegal.
A pesar de los vaivenes de la economía y de los sufrimientos de quienes llegan a este País a probar suerte, el País de las barras y las estrellas sigue ofreciendo enormes ventajas respecto a las opciones laborales y hasta empresariales que existen en América Latina. De ahí que brasileños, argentinos, centroamericanos y principalmente mexicanos, sigan arriesgando sus vidas con tal de tener un mejor futuro.
Y segundo, que los monopolios u oligopolios propiedad de los hombres y mujeres más ricos de México deben no ver su fin, pero si tener una competencia real para distribuir la riqueza de una forma más equitativa.
Esa fue una de las esperanzas que se abrieron al iniciar el actual sexenio federal, pero tal parece que el ‘apapacho’ hacia los ricos continuará, al igual que la migración hacia el norte.
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