Thursday, September 20, 2007

El fuero


Cada vez que nos vemos, me dice: “soy tu congresista favorito”.
No lo culpo por querer quedar bien con la prensa.
De hecho, todos los políticos buscan lograr el favor de la prensa y sus representantes, incluso más que con sus conciudadanos.
Saben que una mala nota que perjudique su imagen les puede resultar en la pérdida de votos en sus demarcaciones.
Pero siempre hacen algo que los deja mal parados; un incidente, por pequeño que parezca, que nos muestra como realmente son.
El 20 de agosto pasado, el “congresista favorito”, Bob Filner, un Demócrata de San Diego y quien representa en Washington al Condado de Imperial, actuó mal.
En un aeropuerto del estado de Virginia, se molestó porque sus maletas no aparecían.
Desesperado, pues debía partir a Irak para convivir con la tropa, Filner empezó a gritarle a un empleado del aeropuerto.
Lo amenazó y lo golpeó, levemente, pero lo golpeó.
Se escondió en la zona de equipaje, hasta esperar a que aparecieran sus pertenencias.
En una palabra, hizo berrinche porque sus ‘cositas’ no estaban.
Por este incidente, tuvo que intervenir la policía.
El empleado, en respuesta, presentó cargos criminales en contra del legislador federal.
Por ello, Filner deberá comparecer ante la corte local del Condado de Loudoun el próximo 2 de octubre.
En base a los alegatos presentados en la corte, el Comité de Ética de la Cámara de Representantes habrá de indagar el asunto.
La presidenta de dicho comité, la Demócrata por Ohio, Stephanie Jones, decidió realizar una investigación en contra del Congresista Filner.
Los legisladores decidieron proponer la creación de un subcomité, integrado por el Demócrata texano, Gene Green, quien presidirá los trabajos; Gresham Barret, un Republicano de Carolina del Sur; Joseph Crowley, Demócrata de Nueva York; y el cubano-americano, Lincoln Diaz-Balart, Republicano de la Florida.
A pesar de que la portavoz de Filner, Amy Pond, informó que el legislador federal emitiría un comunicado sobre el asunto, hasta el momento, la oficina de Filner no ha emitido opinión respecto al incidente. Dicen que el que calla, otorga.
Lo interesante es que los funcionarios electos de Estados Unidos no cuentan con eso que en México le llaman fuero, que no es otra cosa más que un escudo invisible y difícil de eliminar, por el cual se vuelven casi omnipotentes.
Cuántos casos no ha habido de representantes envueltos en incidentes aún peores que los de Filner y que, sin embargo, jamás pisan la cárcel, ni mucho menos comparecen ante un juez.
El caso más ilustrador es el del ahora Alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, un perredista quien fuera sorprendido en estado de ebriedad y que, por su prepotencia, empezó a amenazar a los policías que trataban de calmarlo.
Si no es por un largo proceso, llamado juicio político, los diputados, senadores, alcaldes y gobernadores se ven envueltos en este tipo de capa mágica que les autoriza para hacer lo que les plazca.
Al iniciar la actual Legislatura federal, los panistas mostraron su intención de “acotar” el fuero federal.
La intención era limitar las acciones protegidas por esta prerrogativa creada a principios del siglo 20, y con la que se buscaba solamente evitar el arresto de los legisladores por expresar sus opiniones.
Sin embargo, a más de un año de haberse instalado la legislatura, el tema sigue pendiente.

Panistas traidores…
La semana anterior pudimos observar cómo los diputados panistas se convirtieron en los grandes traidores del pueblo mexicano, ya que, aliados con los priístas, permitieron la aplicación de un nuevo impuesto a los combustibles.
Que será poco a poco, dicen. Iniciará apenas con 2 centavos y aumentará hasta llegar a 36 centavos por litro.
En un principio, los legisladores panistas por Baja California se pronunciaron en contra, ya que reconocieron entonces que esto perjudicaría a las empresas y a la población en general.
Pero algo les hizo cambiar de opinión y, al ver que “no era tan mala” la propuesta, decidieron votar a favor.
A los cachanillas Lolita de Méndez, David Maldonado, Francisco Paredes y Francisco Rueda, así como al sanluisino, José Inés Palafox, les pareció hasta bonita la aplicación del impuesto.
Como ellos ganan más de 100 mil pesos al mes, la verdad es que no les afecta tanto el ‘gasolinazo’.
El efecto dominó ya se empezó a sentir en la economía, y eso que todavía no se aplica el impuesto: las cadenas de televisión dieron a conocer la noche del miércoles que el pan ya empezó a subir, de 1.20 a 1.50 pesos por pieza.
Y así seguirá con la carne, el tomate, la cebolla, el frijol, el transporte público y todo, absolutamente todo, por una sencilla razón: los bienes llegan a los mercados gracias a los medios de transporte que utilizan los combustibles para circular.
Pero de esto no tenemos la culpa más que los mismos votantes, ya que fuimos nosotros (hayamos votado o no a favor de cierto partido político), quienes colocamos en el poder a estos traidores del pueblo y criminales de la economía familiar.
Mexicano: si para la LXI Legislatura quieres te cobren hasta por respirar el oxígeno que será propiedad del Estado Mexicano, sigue votando por los prianistas.