
“La verdad es el enemigo más grande del Estado”, Paul Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Régimen Nazi
Cada vez más, el gobierno de México se convierte en un régimen fascista, gobernado por seres oscuros, hambrientos de poder, que buscarán a toda costa regular la actividad económica, política, cultural, deportiva y hasta sexual de los mexicanos.
Tres acontecimientos recientes son suficientes para sostener mi hipótesis.
Hace algunos días, el Senador y ex Secretario de Gobernación durante el foxismo, Santiago Creel, sugirió la creación de una Secretaría de Seguridad Nacional, similar al Departamento de Seguridad Interna norteamericano, creado luego de los (supuestos) ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
El legislador federal dijo que el País requiere un mando único contra el narcotrafico y el terrorismo, la migración ilegal, así como controlar las aduanas, para enfrentar la Torre de Babel en la que se ha convertido la seguridad en el país.
Este Frankenstein policíaco estaría a cargo de la inteligencia y la política criminológica, la protección civil, las aduanas, el sistema penitenciario y el control migratorio.
Así, según Creel, se combatiría con mayor eficacia a las organizaciones criminales del País.
La iniciativa para crear esta nueva dependencia se presentará en octubre.
Quizá entre el proyecto de ley se rescaten algunas prácticas que puso en marcha el régimen de Adolfo Hitler en la Alemania Nazi: la ‘Geheime Staatspolizei’ también conocida como Gestapo, o policía secreta del estado; la ‘Schutzstaffel’, o policía política, con la cual se combatió a los opositores al gobierno de extrema derecha; o aplicar la ‘Schutzhaft’, también conocida como “custodia protectiva” o arrestos sin órdenes judiciales.
Esta última forma parte de la iniciativa de reforma judicial enviada en marzo al Congreso por el ex diputado, Felipe Calderón, y rechazada esta semana por el Senado.
La medida busca desde intervenir teléfonos y hasta realizar cateos o arraigos de presuntos responsables sin contar con la orden de un juez.
El reportero de La Jornada, Ciro Pérez Silva, dio a conocer el pasado lunes 10 de sepiembre que la medida “justifica las facultades extraordinarias a las policías, al señalarlas como mecanismo para enfrentar con éxito a la delincuencia organizada”.
Sin embargo, los argumentos del Ejecutivo a cargo fueron calificados como insuficientes.
El reportero informó que, de acuerdo a integrantes de la Comisión de Justicia del Senado (a la que pertenece el ex gobernador bajacaliforniano, Alejandro González Alcocer), con la propuesta se reduciría a los mexicanos a ser sujetos de la discrecionalidad de los impreparados cuerpos de seguridad, también infiltrados en el crimen organizado.
La Presidencia espuria explicó que en otros países se aplican estas mismas prácticas, pero los legisladores sostuvieron que en México no se cuenta con cuerpos de seguridad calificados para tal propósito.
A cambio, los senadores propondrán contar con un grupo de entre 8 y 9 jueces disponibles las 24 horas para atender sin retraso las peticiones de la policía y conceder órdenes de aprehensión incluso por teléfono o correo electrónico.
Finalmente, está la creación del Movimiento de Participación Solidaria, un organismo político de extrema derecha, compuesto por integrantes del Movimiento Nacional Sinarquista, panistas del ala ultra conservadora y miembros de la organizacion El Yunque.
Según el diario Reforma, el MPS se podría convertir en el Partido Humanista.
Los postulados del MPS son en contra del matrimonio entre homosexuales, el aborto y la eutanasia.
Critican al PRI, al PAN y al PRD.
Se dicen a favor de los pobres, la educación familiar con ayuda del gobierno, la propiedad privada pero contra los monopolios, la justicia distributiva, la fraternidad entre las clases (como si eso pudiese ser posible), las asociaciones laborales (no sindicatos, conste), y los derechos ciudadanos de integrantes de asociaciones religiosas (¿se imagina al Cardenal, Norberto Rivera, como candidato a Senador, Gobernador o Presidente?).
El MPS argumenta también que “ninguna actividad científica o tecnológica puede legalmente atentar contra la dignidad personal de nadie, sea persona en gestación, en desarrollo normal o con discapacidades de cualquier índole”.
Los emepeseistas se preparan para sus convenciones estatales: el 14 de octubre en el Expo Forum de Hermosillo y el 2 de diciembre en el Hotel La Mesa Inn de Tijuana, ambas al mediodía, para crear este nuevo partido que contienda en las elecciones intermedias del 2009 y las subsiguientes.
Por lo pronto, Calderón se prepara ya para el asalto al Partido Acción Nacional, donde ganó la mayoría de los consejeros nacionales, quienes correrán a Manuel Espino en el 2008 y depositarán las riendas del instituto político (cuyo mantenimiento pagan los contribuyentes) en manos de quien el inquilino en turno de Los Pinos disponga.
Por eso mismo la derecha utilizó a través del miedo en la población y con una propaganda llena de mentiras que, repetida contínuamente, convenció a los mexicanos para impedir la llegada de un candidato progresista a la Presidencia de la República.
Bien dicen que pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos, y ahora también del Tercer Reich.
Cambio de giro…
Si las encuestas continúan como hasta ahora, en noviembre del próximo año los Estados Unidos virarán a la izquierda con la presidencia de la Senadora Hillary Clinton, siguiendo la tendencia de varios países en el continente.
¿Y México, hasta cuándo?