Thursday, October 18, 2007

La Cancillería mexicalense

“Cuando lo vea lo voy a mandar a la...”, así me dijo un funcionario público cuyo nombre me pidió omitir.
Le pregunté respecto a su opinión del futuro de la relación con el próximo Alcalde de Mexicali, Rodolfo Valdez Gutiérrez, quien asumirá el cargo el 1 de diciembre próximo.
El problema con este representante popular tiene un pasado oscuro del cual poca información pude obtener. En pocas palabras, algo ocurrió con antelación que provoca, hasta hoy, cierta animadversión contra el próximo Presidente Municipal.
Caso contario ocurre con el Alcalde de Caléxico, John Renison, con quien llevará, al parecer, una excelente relación.
De mejorar la interacción con el primero, mantenerla con el segundo e iniciar una con todos aquellos con quienes hasta ahora no ha habido intercambio, será responsabilidad de un funcionario clave dentro del organigrama del gobierno municipal: la Coordinación de Relaciones Internacionales.
Al principio del gobierno de Samuel Ramos, fue designado al puesto David Pérez Tejada, hijo de un ex Alcalde, quien constantemente era visto en el Valle Imperial, haciendo los contactos necesarios para Ramos Flores.
Hizo, desde mi particular punto de vista, un papel digno.
Tras su salida, funge como tal Kathia Yrruretagoyena, de quien poco sé.
Quien sea que ocupe este cargo en el Ayuntamiento 19 de Mexicali, deberá hacer un trabajo mucho mejor al desempeñado hasta ahora.
No solamente se trata del representante internacional del Alcalde, sino de todos los mexicalenses.
Por ello, sería interesante poner en marcha un Programa de Atención al Migrante Mexicalense.
Sí, el consulado atiende a los mexicanos en este lado de la frontera, pero hay cachanillas en muchas otras artes de California, Arizona y en prácticamente todo el mundo.
En Boston, reside una importante colonia de estudiantes mexicalenses, quienes requieren apoyo, cuando menos moral, para reconocerles su esfuerzo por tomar cursos de inglés en Harvard y mantenerse realizando actividades diversas.
Estos migrantes cachanillas no piden algo a sus autoridades, sino solamente que se escuchen sus experiencias y quizá tomar algunas para aplicarlas en la ciudad.
Para ello, debiera crearse un padrón de mexicalenses en el extranjero, no para controlarlos, sino para tener contacto con ellos y poder ubicarlos en caso de ser necesario.
Y es que según me comenta una amiga de Munich, los consulados o la embajada hacen muy poco por ellos, incluso en caso de emergencia.
A los mexicalenses que cruzan la frontera para trabajar, en plan de negocios o de turismo, se necesita informarlos de los cambios en las leyes o la promulgación de nuevas disposiciones que podrían afectar sus vidas, o bien, darles a conocer sus derechos y obligaciones.
Cabe recordar la controversia ocasionada a mediados de los 90s por el asunto del seguro vehicular por daños a terceros, hoy obligatorio para todo conductor en el estado dorado.
Otro ejemplo es la disposición que entrará en vigor a partir del 1 de julio del 2008, cuando los conductores tendrán prohibido en California viajar en sus vehículos utilizando un teléfono celular, salvo que cuenten con aparatos de ‘manos libres’.
Ademas, desde el 1 de enero, quienes lleven menores de edad en sus automóviles no podrán fumar dentro de las unidades, a menos de que se desee deshacer de unos 100 dólares.
La bomba más controversial podría explotar en este periodo de transición municipal.
Los directivos del Distrito Escolar de Caléxico han emprendido desde hace dos años un proceso de verificación de residencia para los padres de familia de los estudiantes, a fin de que éstos comprueben que viven dentro de la ciudad.
Al parecer, esto no ha sido suficiente. Ahora, la intención de la autoridad educativa es que los directores y subdirectores de escuelas sean enviados a la garita para verificar si sus alumnos están cruzando la frontera todas las mañanas.
Esto va a llevar a que estos alumnos busquen espacios en escuelas mexicalenses o en otras partes del Valle Imperial, como ya ocurre en Heber o El Centro.
Ojalá que los gobiernos mexicalense y bajacaliforniano estén preparados para recibir a los estudiantes expulsados de la localidad.
Otra de las funciones de la Coordinación de Relaciones Internacionales podría ser el buscar recursos para programas diversos, ya sea con organismos internacionales u otros cuerpos de gobierno regionales.
Ahí están, por ejemplo, las donativos para la Dirección de Bomberos, cuyos integrantes por años han exigido más apoyo para la adquisición de equipo de protección.
También se podrían obtener más patrullas, máquinas extintoras y demás recursos que mejorarían los servicios.
Por otra parte, el ‘Canciller’ de la alcaldía debe vigilar todos aquellos asuntos que afecten al gobierno de la ciudad para el cual trabaja.
Esta coordinación nunca asistió a reuniones del Distrito de Riego, ni del Condado o el Cabildo de de alguna ciudad, salvo en los casos en que estuviera presente el alcalde.
Se requiere mas interacción con los lideres políticos de la región, para estrechar los lazos con el alcalde y que éste pueda tomar mejores decisiones respecto a la vida en el extranjero de los cachanillas.
No hacerlo significaría dejar a los mexicalenses a su suerte, como hasta ahora ha ocurrido.