
José Guadalupe Osuna Millán se salió con la suya.
Hablo del presupuesto estatal para el 2008, el cual contempla gastos por más de 25 mil millones de pesos.
Dice el oficialismo que es un plan de gastos austero, que mejora las condiciones del Poder Judicial y equilibra las finanzas.
Sin mayores problemas, el titular del Ejecutivo logró que los legisladores estatales adoptaran por la vía del ‘fast track’ el presupuesto para el 2008.
La Presidenta de la Comisión de Hacienda y Presupuesto, Gina Cruz, operó y bastante bien a favor del plan de gastos del gobierno estatal, haciendo ajustes menores en lo que el Ejecutivo planea gastarse el dinero del pueblo para el siguiente año.
Prácticamente, a todos se les dio lo que pidieron: desde los ayuntamientos hasta la Procuraduría de los Derechos Humanos.
Los únicos derrotados fueron los organismos electorales, que se quedaron con menos de lo solicitado.
En una semana, los diputados escucharon a los promotores de las leyes de egresos en el estado, analizaron concienzudamente cada una de las propuestas y aprobaron los planes de gastos.
Vaya eficacia.
Incluso, los caros y poco productivos legisladores estatales se dieron a la tarea de aportar recursos para agencias de gobierno que criticaron durante las audiencias públicas, como a la misma PDH, a la que le cuestionaron la poca emisión de información para los residentes y sus ínfimos resultados en cuanto a las recomendaciones emitidas hacia organismos y funcionarios públicos.
Esto sin dejar pasar el ‘ajuste inflacionario’ en el cobro del predial para los cachanillas, quienes tendrán que pagar un 10 por ciento más de este impuesto municipal.
Poco les importó que el salario mínimo haya aumentado apenas un 4 por ciento y que la inflación registrada en el País sea por este mismo orden.
En este lado de la valla fronteriza, difícilmente se verá una autorización rápida en los gastos del gobierno californiano.
La semana anterior, el Gobernador Arnold Schwarzenegger, convocó a una sesión especial de la Legislatura ante la crisis presupuestal que enfrenta el estado más rico de los Estados Unidos.
De acuerdo a estimaciones oficiales, California tiene un déficit de 3 mil 300 millones de dólares tan solo para el actual año fiscal, que podría triplicarse dentro de un par de años.
Para llegar a esta situación, tuvieron que ocurrir diversos fenómenos, como la estrepitosa caída del sector de la construcción y una debilitada economía por los embargos inmobiliarios que amenazan a los dueños de casas.
También se espera una baja en el cobro del Impuesto a las Propiedades (o Impuesto Predial), que repercutirá en las arcas municipales; así como por los altos costos de recuperación de los recientes incendios en el sur de California, el retraso jurídico de varios proyectos de casinos indígenas y la apelación de los cambios en el sistema de retiro del Magisterio estatal.
Pero aún hay otros asuntos pendientes, como la Reforma a la Salud, que costaría 14 mil millones de dólares al año (a través de la aplicación de cuotas a hospitales y el aumento de impuestos a los cigarrillos).
La intención del ‘Gobernator’ es transformar la manera en que se gasta cada año el dinero del pueblo con reformas estructurales.
El problema es que hay miles de millones de dólares previamente amarrados para cientos de programas sociales que los Demócratas, quienes dominan la Legislatura, no tienen la menor intención de tocar.
Para empeorar las cosas, los Republicanos cada vez están más alejados de su gobernador por la negociación de una reforma a la salud con los Demócratas que, desde su punto de vista, está lejos de mejorar la situación de los californianos.
Esto, dicen los Republicanos, afectará a la economía, con el cierre masivo de pequeñas empresas y aumentando el costo de operación del gobierno.
Para reducir la sobrepoblación en las cárceles, Schwarzenegger tiene planeado dejar libres a unos 22 mil reos antes de cumplir sus condenas menores, trayendo consigo duras críticas de sus compañeros de partido, que creen sería mejor dejar a los internos de por vida en las prisiones del estado para garantizar la seguridad pública.
Amenazados con este déficit se encuentran los programas policíacos y educativos en todo el estado.
Las escuelas deberán recortar en un 10 por ciento sus gastos para el próximo año, y los regidores y administradores de las municipalidades esperan con ansia el proyecto de gastos que el Ejecutivo deberá presentar a principios de enero, cuando sepan a ciencia cierta cómo viene la ‘tijera’ oficial.
Pobre Schwarzenegger: tan lejos de Baja California y tan cerca de los Demócratas.