Aquí en el Valle Imperial también se dan de esos casos patéticos en los que se ven envueltas las autoridades y los jefes de los distintos departamentos de policía.
Uno de los más lamentables es el del puertorriqueño Miguel Colón, quien encabeza la corporación de la ciudad de Imperial.
Como los directores son nombrados directamente por los Cabildos, quienes también detallan los contratos laborales, los Regidores tienen toda la responsabilidad en esta encomienda.
Quizá por esto fue que Colón se llevó a cuando menos dos integrantes del Cabildo local a un viaje a su tierra natal, antes de que se aprobara su nuevo y jugoso contrato laboral.
Para empeorar su imagen, al jefe policíaco poco le importan los consejos que veteranos policías le dan.
Colón acude constantemente un bar de una organización de veteranos de la guerra, donde consume en cada ocasión varias cervezas de su marca favorita, Heineken.
Es tal su afición a la bebida, que incluso agentes de la Patrulla de Caminos lo han detenido en su camino de vuelta a casa, aunque lo dejan libre por ser quien es.
Para tapar el sol con un dedo, como si se pudiese, solicita entrevistas con medios de comunicación, para hablar y hablar.
Este no es, desafortunadamente, el único caso.
En Holtville, John Myers fue despedido como jefe policíaco por su mal desempeño hace algunos días.
Y es que el funcionamiento de sus agentes ha sido pésimo.
Hace algunas semanas, el cuerpo sin vida de un joven duro cuatro horas en el suelo, fuera de su casa, sin que las autoridades supieran del incidente, hasta que un vecino notificó el asunto.
Varios sospechosos llegaron al domicilio del joven, quien vivía con su abuela, para quitarle la vida a punta de navaja.
Pero hay más en el archivo policíaco: un anciano con alzheimer fue golpeado salvajemente por los policias, quienes no fueron acusados judicialmente ni despedidos, pero que sí provocó que la familia del afectado demandara a las autoridades por 10 millones de dólares.
Otro residente quedó paralizado de por vida, luego de ser bajado salvajemente de la unidad que tripulaba. Claro, a manos de policías.
La gota que derramó el vaso fue la aplicación de multas a carros de golf, a pesar de ser autorizados por el Departamento de Vehículos Motorizados, y que son sumamente usados en esta ciudad.
La ineptitud del jefe policíaco y las quejas de la población llevaron a su despido.
Ahora tendrá que ser el Alguacil del Condado quien designe a un nuevo titular de la policía de Holtville, previo acuerdo entre el Cabildo de esta ciudad y la Junta de Supervisores del Condado.
Donde también hubo cambios fue en la jefatura del Sector El Centro de la Patrulla Fronteriza.
Esto luego de que un agente asesinara a sangre fría a un indocumentado, quien amenazaba con arrojar una piedra a una patrulla.
El agente instó al migrante a dejar en el suelo la roca, pero éste se negó, por lo cual el oficial disparó su escopeta recortada, violando los mismos reglamentos de la corporación.
Por supuesto, no hubo despidos ni cambios.
Hace algunas semanas, otro grupo de agentes federales reprimieron el movimiento Sin Fronteras, que exige la desaparición del muro fronterizo entre México y Estados Unidos.
Los jóvenes manifestantes realizaron varios actos pacíficos en el Valle Imperial, que concluyeron con un evento en la Calle Primera de Caléxico.
Los elementos federales empezaron a dispersar la protesta sin motivo alguno, cuando le arrebataron su tambor a un joven que bailaba en el sitio.
Uno de los protestantes fue acusado por asalto policíaco ante las autoridades judiciales y, por ser de origen colombiano, podría enfrentar la deportación.
También están los incidentes en que los oficiales son detenidos con droga y migrantes.
Cuando ocurren este tipo de casos, regularmente no hay declaraciones.
Eso sí, cada que la Patrulla Fronteriza local un decomiso, por pequeño que sea, lo dan a conocer.
Esta es la política de comunicación del gobierno federal, encabezado por George W. Bush.
Una más: el ahora ex Teniente de la Policía de Caléxico, Jim Neujhar, asume la Jefatura de Policía enmedio de un proceso cuestionado y entre una comunidad dividida.
Neujhar, en primera instancia, se negó a participar en el proceso de selección, para posteriormente cambiar de parecer, impulsado por el Alcalde, John Renison.
Los Regidores supieron a través de los medios de una serie de triquiñuelas en la elección del nuevo jefe policíaco, filtrado por uno de los participantes en el panel de contratación.
Las autoridades callaron y continuaron con el dedazo disfrazado.
Antes, se filtró también que el Teniente tiene una demanda por acoso sexual en contra de otro varón, lo cual fue sumamente señalado por varios sectores de la comunidad fronteriza.
Este viernes, Neujhar asume el puesto, pero luego de un proceso criticado.
Así, queda claro que de este lado de la frontera, también se cuecen de estas habas.