Wednesday, February 06, 2008

Estados Divididos de América


La elección del llamado Súper Martes del 5 de febrero anterior dejó en claro una cosa: los estadounidenses están totalmente divididos.
Empecemos con el Partido Republicano.
Su virtual candidato, como lo han querido llamar, el Senador por Arizona, John McCain, logró un importante avance en las elecciones primarias recientes.
Obtuvo la victoria en nueve estados, entre los que destacan California, Nueva York, Illinois y Nueva Jersey, por la cantidad de delegados de cada una de las entidades.
Apenas a finales de enero, se apuntó otra buena cosecha en el naranjero estado de Florida y en Carolina del Sur.
Durante buena parte del 2007, el legislador federal se mantuvo al frente en los sondeos.
El ex Alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, se le adelantó en el otoño para terminar la navidad con el ex candidato, Fred Thompson, a la cabeza.
Luego vino el 8 de enero y las primarias de Nueva Hampshire y, como por arte de magia, McCain volvió a ser el puntero.
Después vinieron más estados y victorias del veterano legislador.
El pasado martes, McCain, con la ayuda del evangelista Mike Huckabee, recibió un enorme empujón hacia la candidatura Republicana, logrando llevarse cientos de delegados hasta alcanzar 697 miembros de su partido quienes votarán por él en la convención nacional.
El ex Gobernador de Massachusetts (tierra de los Kennedy) fue el verdadero derrotado.
Ganó, entre otros, en el estado que gobernó y en el de Utah, donde la comunidad mormona a la que pertenece, le dio su voto.
Huckabee, por su parte, vio casi una resurrección el martes, ya que logró ubicarse al frente en estados con un buen número de delegados como Georgia y Tennessee.
A pesar de que solamente quedan tres contendientes fuertes en el Republicano, al interior del partido las cosas no pintan color de rosa.
Los sectores más conservadores consideran a McCain como un vendido y demasiado liberal para sus gustos electorales.
El Senador por Arizona formó parte de un grupo denominado “Pandilla de los 14”, conformado por varios legisladores Demócratas y Republicanos, quienes impulsaron diversas medidas nada populares en un trabajo bipartidista que logró buenos resultados.
A McCain lo consideran casi como un izquierdista, por sus posturas a favor de la reforma migratoria y otros asuntos que le causa urticaria al conservadurismo de tipo reaganiano.
En el Partido Republicano, la figura de Romney causa bastantes dudas, pues sus posturas no son muy constantes.
Y por ser demasiado religioso, “hace ver a Bush como un ateo” me comentó un compañero reportero.
Para empeorar su situación, es Mormón, religión o secta odiada por los evangelistas como Huckabee, quienes a su vez detestan a McCain.
Esto ha llevado a dejar al Partido Republicano desdibujado y sin brújula hacia las elecciones generales de noviembre.
Lo peor para los grupos religiosos es que las encuestas revelan que McCain bien podría derrotar en las urnas a Clinton, aunque difícilmente pasaría algo similar con Barack Obama, Senador por Illinois.
Del otro lado del espectro politico, los Demócratas han desestimado este último dato.
Los latinos y las mujeres votaron mayoritariamente por la Senadora por Nueva York, nacida cerca de Chicago.
En el primer caso, muchos se fueron con la dama por tres razones principales: racismo, ignorancia de la oferta de Obama y el fenómeno ‘Billary’ (o sea, la relación entre Hillary y su esposo Bill Clinton).
A Obama también le faltó una buena estrategia para llegar al voto latino.
Desde Los Angeles hasta Nueva York, de Atlantic City a Las Vegas, de Memphis a Phoenix, de Boston a Albuquerque, la ex Primera Dama se ha alzado con muy buenos triunfos.
Frente a ella, Obama obtuvo un desempeño bastante decente, ya que los estados donde ganó le impidieron a la senadora un rotundo paso hacia la candidatura.
De hecho, Clinton cuenta hasta el momento con mil 12 delegados por 933 de Obama.
El Senador de Illinois, nacido en Hawaii e hijo de un inmigrante de Kenia, recibe el apoyo de buena parte de la comunidad afroamericana, de los hombres blancos adultos y los jóvenes que sueñan con un verdadero cambio (lo que sea que esto signifique).
Al interior del mismo Partido Demócrata se escuchan muchísimas voces de rechazo en contra de la ex Primera Dama, por sus tácticas de lucha política y su radicalismo izquierdoso, así como por su tendencia al ‘chimoltrufismo’.
Del otro lado, Obama representa una esperanza que todavía no termina por darse a conocer bien y, aunado a su falta de experiencia, lo convierten en un aspirante no muy definido.
Lo curioso es que Obama, de acuerdo a las encuestas, es el único que podría arrebatarle la presidencia a McCain, quien está casi listo para hacer maletas y cambiarse en enero del 2009 al 1600 de la Avenida Pennsylvania en la capital del País. Bueno, si sus correligionarios se lo permiten.
Los americanos están divididos. Y todo indica que así seguirán, gane quien gane.