Wednesday, March 19, 2008

La Reforma

Con la llegada del nuevo milenio, las puertas se abrieron para los miembros del Partido Demócrata, quienes aspiraban colocar a uno de los suyos en la legislatura Estatal.
Hartos del Congresista Duncan Hunter y del Asambleísta Jim Battin, buscaron con el nuevo y obligatorio proceso de redistritación pavimentarle el camino a un par de Demócratas que ocupasen estos puestos.
Fue así como dibujaron el nuevo Distrito 51, que quedó en manos del ahora Congresista local, Bob Filner; el Distrito 40 para la Senadora Estatal, Denise Moreno; y el 80, que se suponía sería para Joey Acuña.
Lo raro de todo esto fue que los primeros dos distritos son sumamente similares: ambos siguen la frontera con Baja California y se extienden por todo el Condado de Imperial.
Sin embargo, el 80 se ubicó en la extensión del condado de Imperial y el Valle de Coachella, esto es, en lugar de ir de este a oeste, se fue de sur a norte.
Las cifras eran más que obvias: el Partido Demócrata tenía todo para colocar a uno de sus miembros y engrosar las filas de la bancada partidista en la Legislatura Estatal.
Pero, parafraseando al Chapulín Colorado, no contaban con la astucia de la asistente de Battin, la boricua, Bonnie García, quien desde el 2002 es Asambleísta por este distrito.
Desde entonces ningún liberal ha podido derrotar en las urnas a la Republicana.
La reelección también se ha dado de manera “automática” para Filner y Moreno, al igual que para el 99 por ciento de los legisladores que se presentaron a las elecciones de noviembre pasado.
Y es que tras el censo del 2000, los legisladores pusieron manos a la obra para redibujar los distritos, fusionando tercamente a los miembros de sus partidos políticos sin importar que vivieran en otra ciudad o condado, a fin de que sus candidatos consiguieran seguir en los puestos, garantizando así su permanencia.
Dentro de dos años, el gobierno federal realizará un nuevo censo para saber cuántas personas viven en territorio estadounidense. Luego vendrá la redistritación.
Para evitar que el proceso siga en manos de los legisladores, el ‘Gobernator’ Arnold Schwarzenegger, se encuentra empujando una medida que pretende llevar a las urnas en noviembre próximo.
Llamada la ‘Ley de los Votantes Californianos Primero’, la propuesta crearía una Comisión de Redistritación con 14 miembros, de los cuales 5 serían Demócratas, igual cantidad de Republicanos, y otros 4 independientes.
El argumento del Ejecutivo es contar con un proceso más abierto y transparente, al quitarle la batuta a los 120 Legisladores Estatales (en su mayoría Demócratas) y respetando los límites de las ciudades, los condados y las comunidades.
Para lograr su propósito, el ‘Gobernator’ y sus amigos requieren casi 700 mil firmas de ciudadanos registrados en el padrón electoral para poder llevarla a las boletas en noviembre.
Sabedor de que “con dinero baila el chango”, Schwarzenegger ya donó 50 mil dólares a la causa, a la cual se unieron el ex Contralor, Steve Westly, varios regidores quienes aspiran a convertirse en legisladores, y organismos relacionados con los Republicanos como las iglesias y las cámaras de comercio.
En septiembre pasado, una encuesta del Instituto de Políticas Públicas de California reveló que el 66 por ciento de los votantes desea una comisión independiente.
Pero aquí cabe mencionar otros dos datos que no le aseguran del todo el triunfo al mandatario californiano.
En el 2005, la Proposición 77 fue derrotada abrumadoramente por el 60 por ciento de los ciudadanos que acudieron entonces a las urnas durante una carísima elección especial.
La medida, impulsada abiertamente por el ‘Gobernator’, habría dejado el proceso en manos de un panel de jueces retirados; claro, nombrados por el mismo Ejecutivo, lo que causó una enorme suspicacia entre la población.
Apenas en febrero pasado, los votantes del estado rechazaron también categóricamente la Proposición 93, que oficialmente “reducía” los periodos legislativos, pero que en realidad permitía seguir por el doble de tiempo a los legisladores en sus curules.
Esto confirmó la pésima imagen de asambleístas y senadores ante la opinión pública.
La del ‘Gobernator’ no es la única propuesta en este sentido.
La Secretaría de Estado tiene en circulación otras cuatro que, salvo una, son muy similares a la del gobernador.
Desde el 2005, legisladores Republicanos y Demócratas han presentado iniciativas de ley para cambiar la forma en que se redibujan las fronteras legislativas. Sin embargo, todas han quedado congeladas o han fenecido por la falta de votos.
Es más, desde 1982 se han presentado oficialmente seis propuestas de referéndum para cambiar el proceso de redistritación, con el mismo número de fallas.
El mismo Presidente de la Asamblea, Fabián Núñez, expresó su apoyo a un cambio en el procedimiento, por lo cual presentó un par de proyectos de ley que no fueron aprobados.
El otro de los proyectos, quizá el más interesante, ha sido propuesto por Ted Costa.
La comisión, de 11 integrantes, sería designada al azar de entre el padrón electoral alternada y concertadamente entre la Secretaría de Estado y los líderes legislativos, luego de ocho meses.
Seguramente, Schwarzenegger buscará con todos los recursos a su alcance que su propuesta sea la que finalmente aprueben los votantes californianos, a fin de heredarle a su sucesor una mayor cantidad de legisladores Republicanos.

El petróleo…
La nacionalización del petróleo en 1938 tenía distintos fines a los que el sistema nos ha inculcado.
Lázaro Cárdenas le arrebató a las empresas europeas y norteamericanas el oro negro, ante la eventual Guerra Mundial que se veía venir en aquel entonces, a fin de que fuera el régimen del Partido Nacional Revolucionario el que vendiera el producto al Tercer Reich, a través de países caribeños.
Por cierto, la petición del gobierno Cardenista al pueblo de México para el pago de las indemnizaciones se basó en el ‘Día de la Fe’, al que el Duce, Benito Mussolini, llamó a las mujeres italianas para donar sus anillos de boda, logrando 500 millones de liras.
Estos recursos le sirvieron al fascismo para enfrentar el bloqueo de la Liga de las Naciones por la invasión a Etiopía.