Thursday, May 15, 2008

Polarizados


Hace algunos días, el Ayuntamiento de Tijuana que encabeza el ‘Tocayito’ Jorge Ramos Flores, empezó con un operativo para erradicar los vidrios que tienen papel polarizado de los vehículos que circulan en la ciudad.
Hasta el 13 de mayo anterior, 12 unidades de transporte público fueron advertidas de que les revocará la concesión para seguir operando.
A algún ‘cerebro’ del gobierno tijuanense, de esos que nunca faltan, se le ocurrió la idea de prohibir el polarizado para combatir el crimen que ha azotado, azota y seguirá azotando a la ciudadanía.
Debido a esta prohibición, un total de 94 unidades del transporte público han sido infraccionadas por personal de la Dirección Municipal de Transporte de Tijuana.
El Secretario de Gobierno de Tijuana, Luis Rodolfo Enríquez Martínez, sostuvo al argumentar su defensa de tan creativa e importante idea: “Debemos dar el mensaje de que el asunto va en serio, se trata de una medida contundente, porque el objetivo es que limpiemos de polarizado la ciudad”.
Bondadoso, el Consejero Jurídico, Raúl Corona Sesma, dijo que los concesionarios pueden salvarse de quedar sin trabajo al pagar su multa, retirar el polarizado y presentar la unidad ante el gobierno local, para lo cual tienen solamente dos días.
Sin embargo, en caso de volver a colocar el papel en los vidrios de las unidades, la revocación del permiso será definitiva.
En un comunicado, el ayuntamiento tijuanense explicó que estos operativos se basan en la Ley de Transporte del Estado, la cual permite establecer normas en los reglamentos de cada municipio.
Como quien dice, no hay vuelta de hoja en este ‘lavado de manos’ del Cabildo y autoridades tijuanenses.
Los cambios al reglamento y su aplicación tienen una base muy frágil: según las autoridades los secuestros, asaltos y asesinatos se cometen desde vehículos que cuentan con vidrios polarizados.
Así de simplista es su punto de vista e igual su razonamiento para resolver las matazones en la ciudad.
Pero creo (sarcásticamente), que se quedaron cortos.
Porque si seguimos la tónica de la forma de pensar de las autoridades tijuanenses, entonces para dar punto final a tanta delincuencia, los residentes y visitantes debieran además ver cortadas sus piernas, cuando menos el brazo derecho (donde se recargan los ‘cuernos de chivo’) y hasta sacarse los ojos, pues los ‘malandrines’ también usan sus extremidades y demás partes corporales para cumplir con sus actividades delictivas.
Hasta enero del 2007, en 11 estados de la Unión Americana (incluidos Delaware y Connecticut, ubicados en la zona de Nueva Inglaterra) existían restricciones para el uso del polarizado en los automóviles.
En California, el Código Vehicular del Estado le impide a los automovilistas pegar objetos a ventanas y parabrisas de los vehículos, con la única intención de no ver reducida la visibilidad del conductor.
En caso de desear colocar señales o calcomanías, éstas no deben ser mayores a siete pulgadas y estar ubicadas en la esquina baja de los cristales.
Los legisladores, en su momento, limitaron el uso de materiales en las ventanas para bloquear la entrada a los rayos ultravioleta.
En caso de colocar polarizado en las unidades, este debe cumplir con los estándares federales de seguridad vehicular, así como un certificado de la empresa instaladora, donde señale los materiales utilizados y el domicilio de la misma.
Si el polarizado se rompe o forma burbujas, inmediatamente debe ser removido.
Ahora que si el conductor debe estar protegido de cualquier rayo solar, el vehículo puede tener polarizado en los asientos frontales, previo permiso de un médico y optometrista certificado.
La idea absurda de los empleados del ‘Tocayito’ seguramente ya causó la polarización de los residentes, algunos a favor y la gran mayoría en contra.
Los criminales, con automóviles polarizados o no, han seguido y seguirán haciendo de las suyas en la ciudad.
Donde sin duda habrá efectos será en el turismo, pues los californianos que cuentan con vidrios polarizados (como se los permite su ley estatal), estarán imposibilitados para cruzar la frontera y visitar los puntos vacacionales. Ahí sí habrá un efecto que polarizará a los empresarios del ramo y las autoridades.

Condenado…
El ex Agente de la Policía de Los Angeles, Rubén Palomares, fue sentenciado a 13 años de cárcel y 5 años de libertad condicional, por haber encabezado un grupo de 17 oficiales y varios criminales que, a través de supuestos cateos, robaron cantidades importantes de drogas para revenderlas posteriormente en las calles de la ciudad.
En Baja California, las autoridades se han limitado a despedir a 145 policías.
Como bien lo dibujó esta semana el monero ‘Lyon’, ahora estos oficiales podrán trabajar de tiempo completo en las filas del crimen organizado.
Qué diferencia, ¿verdad?