Mucho se ha escrito sobre el asunto del voto latino en las elecciones de Estados Unidos, el cual resulta ser clave para obtener una victoria a nivel nacional, sea el candidato que sea.
En ocasiones, el tema se toca pero de manera muy superficial, sin verdaderamente decir cómo es que la tendencia electoral que sigan mexicanos, cubanos, argentinos y demás votantes de origen latinoamericano en un proceso puede dar la victoria a uno u otro bando.
El asunto de lo estratégico para ‘enamorar’ a los votantes latinos en un proceso electoral tiene que ver básicamente con su lugar de residencia.
El hispano vive mayoritariamente en los estados de la Unión Americana que aportan más representantes al Colegio Electoral, sistema de elección presidencial indirecta que ha sobrevivido desde la fundación misma del País.
Las entidades clave son California, Texas, Nueva York, Florida e Illinois, las más pobladas.
Salvo en el último caso, el Senador Barack Obama solamente cosechó derrotas en estos estados.
Preocupante para el aspirante presidencial, ¿no cree?
La respuesta bien puede ser tanto un sí como un no.
Si bien Obama salió derrotado de los estados señalados, las encuestas más recientes apuntan a que una buena porción del electorado hispano decidió mantenerse en las filas Demócratas, aunque no necesariamente significa que votarán por el Senador de Illinois.
Por ejemplo, un sondeo de Field Poll, dado a conocer a finales de mayo, señala que el 51 por ciento de los votantes Demócratas de California prefieren como candidato a Obama, por un 38 por ciento que optó por Clinton.
La tendencia a favor de la ex Primera Dama es mayor en el norte del estado.
La misma encuesta advierte que hasta el voto femenino decidió abandonar a Clinton y ve ahora en Obama al mejor de los aspirantes presidenciales.
Sin embargo, el 63 por ciento de los latinos sigue con Clinton y apenas 29 por ciento está con Obama.
Lo positivo para el Partido Demócrata en el estado más poblado (y con 55 delegados al Colegio Electoral) es que la ventaja de cualquiera de los candidatos es de 17 puntos por encima de su rival Republicano, John McCain.
Tal parece que la tendencia es similar a nivel nacional. Un sondeo de NBC y Wall Street Journal revela que el votante hispano prefiere más a Obama como su presidente. El resultado da al afroamericano 62 por ciento de las tendencias entre latinos contra un 28 por ciento del legislador por Arizona.
De acuerdo a un estudio del Centro Hispano Pew, en las elecciones primarias realizadas en todo el País, el voto hacia la Senadora fue de 2 a 1 sobre Obama entre los hispanos.
El centro indica que de no haber sido por el voto latino, Clinton habría perdido California y Texas, habiéndose decidido así el proceso electoral hace varias semanas.
Un dato más: el votante latino está ubicado en cuatro de los seis estados que dieron a George W. Bush márgenes de victoria de 5 puntos o menos en 2004.
Los analistas indican que Bush se llevó el 40 por ciento del voto latino en las dos elecciones presidenciales en las que participó.
Las encuestas actuales revelan que en California, Nueva York e Illinois, la ventaja es mayoritariamente hacia el candidato de origen africano. En Nuevo México y Colorado mantiene una pequeña delantera, mientras Texas, Florida, Arizona y Nevada están con McCain.
Actualmente, en el País se estima que hay unos 15 millones de votantes de origen latino.
Otro punto destacable es el hecho de que los electores participan mucho más en las elecciones generales que en las primarias, por lo cual se espera un voto latino mayor al registrado en los recientes comicios estatales.
En el lado Demócrata hay más datos importantes a su favor: el Centro Pew agrega que la brecha entre el Partido Demócrata y el Republicano respecto al votante latino creció a 34 por ciento en junio del 2007, nivel similar al que se presentó en 1999.
Desde mediados de mayo, todas las encuestas (a excepción de Newsweek) colocan como ganador de la contienda a Barack Obama.
Sin embargo, como ya lo hemos dicho en este espacio, estos sondeos pueden resultar engañosos, ya que se practican a nivel nacional y no se parcializa por estados o regiones.
Es necesario recordar que las elecciones presidenciales americanas son indirectas; esto es, que cada estado aporta cierto número de delegados (que resulta de la suma de la cantidad de congresistas y senadores) al Colegio Electoral.
El ganador en cada estado recibe todos los votos electorales.
También se requiere enfatizar en las elecciones del 2000, cuando Al Gore ganó el voto popular, pero perdió en la cantidad de delegados.
Si las elecciones hubiesen sido en estos días, Obama se habría alzado con la victoria, pero con un margen muy estrecho: apenas 6 votos en el Colegio Electoral.
Pero no todo es miel sobre hojuelas en el ‘bunker’ obamista.
El Reverendo Luis Cortés, líder del grupo evangélico ‘Esperanza USA’, le pidió este mismo martes al aspirante presidencial Demócrata que revelara más estrategias y propuestas de política pública para los latinos, en caso de convertirse en residente de la Casa Blanca.
Según un cable de la agencia DPA, Cortés le manifestó a Obama el desconocimiento que hay sobre su candidatura entre los hispanos y las acciones a desarrollar por esta comunidad.
Y es que a pesar de la impopularidad del actual presidente, la crisis económica y la Guerra en Irak, un candidato no puede construir una campaña basado en estos tres temas.
Para lograr hacerse del voto hispano, Obama está obligado a hablar de los temas que le preocupan al latino.
En la agenda del Senador por Illinois destacan varios temas relevantes para América Latina y los hispanos de Estados Unidos.
Entre éstos, podemos citar el permitir a los cubano-americanos visitar la isla caribeña, abrir más consulados americanos en el continente, otorgar más apoyo para el desarrollo, crear una estrategia de mayor diplomacia, aumentar el número de empleados federales de origen latino, entre otros.
Pero el tema fundamental es el de la reforma migratoria, sobre el cual el candidato Demócrata busca aumentar la seguridad en las fronteras, mejorar el sistema migratorio, eliminar los incentivos a la ilegalidad, aumentar la cantidad de visas, bajar las altas tarifas de los servicios, regularizar a los indocumentados y promover el desarrollo en México.
Esto sin olvidar un par de cosas: Obama estuvo a favor de la iniciativa de reforma migratoria McCain-Kennedy y su voto por la construcción del muro fronterizo que dividirá más a México de Estados Unidos.
El gran problema de Obama es que muchas de sus políticas latinas no se han dado a conocer por una mala estrategia de comunicación de su equipo, o de plano porque es tan polémico que prefiere mantenerlos casi en el anonimato.
Cualquiera que sea el motivo, Obama deberá hacer ajustes para echarse a la bolsa al electorado latino y garantizarse para sí el derecho a vivir en la Casa Blanca durante cuatro años a partir de enero próximo.