Hace algunos años, gracias al trabajo periodístico, conocí al ahora Supervisor del Condado de Yuma, Marco Antonio Reyes.
Todos lo conocen simplemente como ‘Tony’.
Durante 12 años, el sinaloense de nacimiento fue Alcalde de San Luis, Arizona.
En 1998 fue nombrado Supervisor del Condado por el Distrito 4.
Desde hace una década, se ha desempeñado en el cargo, representando a la demarcación fronteriza con Sonora.
Dos son sus pasiones: el Partido Demócrata y la defensa de los hispanos del condado.
Como todos los políticos, tiene sus detractores. Y él aún más por vivir en una ciudad que por muchísimos años no ha vivido un solo día de tranquilidad política.
A principios de su periodo de gobierno, a Reyes se le ocurrió una buena idea: realizar sondeos independientes que le señale al gobierno local las áreas en las que trabajan mejor, así como aquellas en las que, sencillamente, dan un mal servicio.
La encuesta más reciente, publicada en su página de internet, data del 2007.
La empresa ETC fue la encargada de realizar este sondeo, que se aplicó entre 859 personas.
Tres quintas partes de quienes respondieron al cuestionario aseguró haber vivido cuando menos cinco años en el condado. Un tercio habla un idioma distinto al inglés.
En la evaluación se calificó la calidad de vida de la población.
Se cuestionó sobre si Yuma es un lugar para vivir, criar hijos y trabajar.
La mayoría de quienes respondieron el cuestionario aprobaron en este sentido la forma en que se ha trabajado.
En el sondeo se preguntó desde la calidad de los medios de comunicación, la presencia de eventos culturales y recreativos y hasta la suficiencia de espacios para ir de compras.
Además, los residentes pudieron indicar la rapidez y profesionalismo de los servicios que se ofrece a la ciudadanía.
Prácticamente fueron todas las oficinas del gobierno las calificadas: alguacil, procuraduría, tesorería, administración, servicios generales, Canal 77 de cable, corte, elecciones, registro civil, escuelas y salud, entre otras.
También se preguntó la facilidad para tener acceso al responsable de cada área.
La mejor evaluada fue la biblioteca; la peor, los impuestos.
Los resultados muestran que la mayoría de los vecinos de Yuma considera que este condado es un buen lugar para vivir.
Si de algo careció la encuesta fue del factor ‘concurso de belleza’, presente en casi todas las encuestas políticas.
No se definió quién era el supervisor más popular, ni quién era el que más trabajaba.
La evaluación resultó sumamente profesional y se enfocó exclusivamente en la manera en que el gobierno local se desempeña a favor de los ciudadanos.
Aunque la encuesta fue pagada por el mismo gobierno, desde su inicio se ha buscado evitar caer en cuestiones de popularidad o de partidismos que en nada ayudan para enfrentar los retos y mejorar los servicios.
Los medios de comunicación, ante la escasez de recursos y el enorme gasto que representa calificar cada área de trabajo, deben limitarse en sus encuestas de gobierno a unos cuantos factores.
De ahí que un semanario regional y un diario mexicalense solamente hayan logrado ver entre sus lectores la punta del iceberg que dejan mal parado al alcalde capitalino, Rodolfo Valdez.
De acuerdo al diario, la calificación promedio del Presidente Municipal es de 6.7, similar a la del semanario.
El principal problema, de acuerdo a ambos sondeos, es la inseguridad.
Otros resultados palpables en ambas encuestas es la desconfianza y la decepción que el alcalde ha generado entre sus propios votantes.
El semanario revela que la mitad de quienes respondieron el cuestionario rechazaron volver a votar por Valdez Gutiérrez, lo que también dejó ver el 36 por ciento de los encuestados por el diario.
Lo más curioso es que, a pesar de todo, la población aprueba la forma de gobernar del edil.
Pero, a diferencia de la encuesta de Yuma, muchos pendientes quedan en el tintero, como la evaluación de la calidad de vida en asuntos como la seguridad, el empleo, las vialidades, la educación y muchos más.
Diferencia…
Ante el déficit presupuestal que enfrenta California y que puede alcanzar los 22 mil millones de dólares en dos años, la bancada Republicana en la Legislatura decidió presentar su propuesta para mejorar la situación financiera del gobierno estatal y de la economía en general.
Entre sus planes, destaca el reducir el gasto del Poder Legislativo en un 5 por ciento, incluidos los salarios de los representantes populares y sus empleados, así como prohibir que los inmigrantes indocumentados paguen colegiaturas como residentes legales.
Mientras en México el precio del barril de petróleo cae a las mismas profundidades de donde el oro negro es extraído y se vislumbra una reducción en la actividad económica, que causará serios problemas presupuestales, sus legisladores deciden llevarse bonos y aguinaldos sin pagar impuestos, además de irse tranquilos y contentos a pasar las vacaciones navideñas.
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