
El año pasado fui, como regularmente lo hago, a la sala de cine, para ver la cinta ‘La Búsqueda de la Felicidad’.
El protagonista del filme es el actor Will Smith, quien interpreta a Chris Gardner, un millonario quien antes de probar fortuna pasó amargas penurias que inspiraron este producción biográfica.
El actor y cantante fue nominado a un Oscar por su participación en esta cinta que dirigió Gabriele Muccino y que ganó en el orbe 163 millones de dólares.
A pesar de la angustia de tener que vivir de la caridad y llevar un hijo a cuestas, el personaje logra vencer todos los obstáculos y logra colocarse en la Casa de Bolsa de San Francisco, donde el destino empieza a pagarle por todo lo sufrido.
La trama nos muestra a un matrimonio dividido por las penurias económicas que atraviesa la pareja.
Con la crisis actual, parece que las familias del mundo, particularmente las americanas, están padeciendo el fenómeno Gardner.
De acuerdo a una encuesta de Ipsos, el 43 por ciento de los matrimonios en Estados Unidos han visto incrementado el número de discusiones en el seno familiar, particularmente por las finanzas y las tareas del hogar.
En la Tierra de la Libertad y Hogar de los Valientes, una de cada diez parejas dice que el papel del principal sostén de la casa ha cambiado en los últimos seis meses, ante la pérdida de empleo y la reducción salarial.
De hecho, un 14 por ciento de las parejas dijo haber terminado con una relación precisamente por cuestiones monetarias.
Lynette Khalfani-Cox, escritora y experta en finanzas personales, agregó que incluso la economía está afectando a personas con empleo, ante la posibilidad de perderlo.
En 2008, según el mismo sondeo, al menos uno de los cónyuges del 18 por ciento de las parejas admitió haberle ocultado información sobre sus compras a su compañero. En 2009, las cifras aumentaron al 23 por ciento, siendo las damas quienes prefieren no dar a conocer cuando adquieren ropa.
Todos estos datos confirman aquél dicho popular que reza: “Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana”, aunque hay casos en que el final del matrimonio es totalmente inesperado.
Como ejemplo, ahí está el caso de Ervin Antonio Lupoe, quien la mañana del pasado 27 de enero en la Avenida McFarland de la comunidad de Wilmington, condado de Los Angeles, se quitó la vida junto a su esposa, Ana, y sus cinco hijos de entre 2 y 8 años de edad.
La pareja, que laboraba en la Clínica del Este de Los Angeles de la empresa Kaiser Permanente, tuvo una serie de problemas que supuestamente llevaron a los administradores a investigarlos.
También presuntamente, uno de los administradores le comentó a Ervin que mejor no se hubiera molestado en ir a trabajar y que su única opción era volarse la cabeza.
Esto llevó a una discusión entre administradores y ambos empleados.
Luego de varios días, tanto Ervin como su esposa fueron despedidos.
Pero su retiro no era todo: además de haber perdido su empleo, la empresa les negó la recepción del beneficio por desempleo ni les permitieron llevarse sus permisos de trabajo, según la carta enviada por Ervin al Canal 7 de la cadena ABC de Los Angeles.
Marido y mujer decidieron quitarse la vida junto a sus hijos, a fin de no dejarlos en manos de terceras personas.
Tras el lamentable incidente, vino una lluvia de reacciones por parte de la autoridad.
Tanto el Alcalde, Antonio Villarraigosa, como el Jefe de la Policía, William Bratton, le recordaron a la comunidad que en toda la ciudad existen espacios donde se ofrece ayuda a quienes tienen problemas económicos.
“La incertidumbre económica está llevando a los trabajadores al borde, pero esto no debe llevar a la gente a tomar medidas extremas”, sentenció el alcalde angelino.
Para los afectados hay disponibles consejeros, especialistas en salud mental y centros de empleo.
Sin embargo, el problema es realmente enorme: en todo el estado hay casi 1.7 millones de personas desocupadas.
Solamente en el Condado de Los Angeles, el más grande de California, hay unas 82 mil casas en proceso de embargo. La Hacienda Estatal se encuentra a punto de quedar en la bancarrota, ante la caída de los impuestos a las ventas, las propiedades y al ingreso personal.
Para darle vuelta al asunto, el gobierno estatal creó un grupo operativo denominado Para la Recuperación Económica de California, el cual ya dio sus primeras recomendaciones.
Para empezar, los líderes del estado están obligados a mostrar unidad y un plan claro para utilizar el dinero que el gobierno federal está por entregar.
En la Capital del país, estos mismos líderes deberán defender las necesidades del estado, al desarrollar proyectos de largo plazo (como los educativos y los de energías renovables) y equilibrar el presupuesto.
En este último aspecto, las autoridades tienen como primer mandamiento causar el menor daño posible a la población, con un aumento de impuestos amplio y provisional, una reforma profunda y permanente a los planes de gastos y recortando la menor cantidad de servicios posible.
Como ya lo hemos indicado anteriormente, los Legisladores y el Ejecutivo parecen no dar señal alguna en proponer soluciones reales e inmediatas, pues están enfrascados en defender cada uno su postura.
Y mientras la economía nacional y local no mejore, permaneciendo sin la esperanza del protagonista fílmico, seguro habrá más parejas que piensen seguir el destino de los Lupoe.
El protagonista del filme es el actor Will Smith, quien interpreta a Chris Gardner, un millonario quien antes de probar fortuna pasó amargas penurias que inspiraron este producción biográfica.
El actor y cantante fue nominado a un Oscar por su participación en esta cinta que dirigió Gabriele Muccino y que ganó en el orbe 163 millones de dólares.
A pesar de la angustia de tener que vivir de la caridad y llevar un hijo a cuestas, el personaje logra vencer todos los obstáculos y logra colocarse en la Casa de Bolsa de San Francisco, donde el destino empieza a pagarle por todo lo sufrido.
La trama nos muestra a un matrimonio dividido por las penurias económicas que atraviesa la pareja.
Con la crisis actual, parece que las familias del mundo, particularmente las americanas, están padeciendo el fenómeno Gardner.
De acuerdo a una encuesta de Ipsos, el 43 por ciento de los matrimonios en Estados Unidos han visto incrementado el número de discusiones en el seno familiar, particularmente por las finanzas y las tareas del hogar.
En la Tierra de la Libertad y Hogar de los Valientes, una de cada diez parejas dice que el papel del principal sostén de la casa ha cambiado en los últimos seis meses, ante la pérdida de empleo y la reducción salarial.
De hecho, un 14 por ciento de las parejas dijo haber terminado con una relación precisamente por cuestiones monetarias.
Lynette Khalfani-Cox, escritora y experta en finanzas personales, agregó que incluso la economía está afectando a personas con empleo, ante la posibilidad de perderlo.
En 2008, según el mismo sondeo, al menos uno de los cónyuges del 18 por ciento de las parejas admitió haberle ocultado información sobre sus compras a su compañero. En 2009, las cifras aumentaron al 23 por ciento, siendo las damas quienes prefieren no dar a conocer cuando adquieren ropa.
Todos estos datos confirman aquél dicho popular que reza: “Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana”, aunque hay casos en que el final del matrimonio es totalmente inesperado.
Como ejemplo, ahí está el caso de Ervin Antonio Lupoe, quien la mañana del pasado 27 de enero en la Avenida McFarland de la comunidad de Wilmington, condado de Los Angeles, se quitó la vida junto a su esposa, Ana, y sus cinco hijos de entre 2 y 8 años de edad.
La pareja, que laboraba en la Clínica del Este de Los Angeles de la empresa Kaiser Permanente, tuvo una serie de problemas que supuestamente llevaron a los administradores a investigarlos.
También presuntamente, uno de los administradores le comentó a Ervin que mejor no se hubiera molestado en ir a trabajar y que su única opción era volarse la cabeza.
Esto llevó a una discusión entre administradores y ambos empleados.
Luego de varios días, tanto Ervin como su esposa fueron despedidos.
Pero su retiro no era todo: además de haber perdido su empleo, la empresa les negó la recepción del beneficio por desempleo ni les permitieron llevarse sus permisos de trabajo, según la carta enviada por Ervin al Canal 7 de la cadena ABC de Los Angeles.
Marido y mujer decidieron quitarse la vida junto a sus hijos, a fin de no dejarlos en manos de terceras personas.
Tras el lamentable incidente, vino una lluvia de reacciones por parte de la autoridad.
Tanto el Alcalde, Antonio Villarraigosa, como el Jefe de la Policía, William Bratton, le recordaron a la comunidad que en toda la ciudad existen espacios donde se ofrece ayuda a quienes tienen problemas económicos.
“La incertidumbre económica está llevando a los trabajadores al borde, pero esto no debe llevar a la gente a tomar medidas extremas”, sentenció el alcalde angelino.
Para los afectados hay disponibles consejeros, especialistas en salud mental y centros de empleo.
Sin embargo, el problema es realmente enorme: en todo el estado hay casi 1.7 millones de personas desocupadas.
Solamente en el Condado de Los Angeles, el más grande de California, hay unas 82 mil casas en proceso de embargo. La Hacienda Estatal se encuentra a punto de quedar en la bancarrota, ante la caída de los impuestos a las ventas, las propiedades y al ingreso personal.
Para darle vuelta al asunto, el gobierno estatal creó un grupo operativo denominado Para la Recuperación Económica de California, el cual ya dio sus primeras recomendaciones.
Para empezar, los líderes del estado están obligados a mostrar unidad y un plan claro para utilizar el dinero que el gobierno federal está por entregar.
En la Capital del país, estos mismos líderes deberán defender las necesidades del estado, al desarrollar proyectos de largo plazo (como los educativos y los de energías renovables) y equilibrar el presupuesto.
En este último aspecto, las autoridades tienen como primer mandamiento causar el menor daño posible a la población, con un aumento de impuestos amplio y provisional, una reforma profunda y permanente a los planes de gastos y recortando la menor cantidad de servicios posible.
Como ya lo hemos indicado anteriormente, los Legisladores y el Ejecutivo parecen no dar señal alguna en proponer soluciones reales e inmediatas, pues están enfrascados en defender cada uno su postura.
Y mientras la economía nacional y local no mejore, permaneciendo sin la esperanza del protagonista fílmico, seguro habrá más parejas que piensen seguir el destino de los Lupoe.
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