
Antonio Villaraigosa quiere, antes que nada, volver a ser alcalde.
Por lo pronto, en marzo próximo se verá las caras contra otros nueve aspirantes al puesto de mayor nivel en la segunda ciudad más grande de los Estados Unidos.
Para mayo, estará frente a frente contra quien ocupe el segundo lugar. Sin embargo, sus rivales son prácticamente desconocidos y, peor aún, carecen de dinero para sus campañas políticas.
Por eso, hay quienes garantizan que el alcalde repetirá en el cargo.
La historia no siempre fue tan bondadosa con el joven político.
En el 2001, perdió las elecciones a la alcaldía contra James Hahn, a quien en mayo del 2005 le arrebató el puesto con casi el 59 por ciento de los votos.
Ya en el 2010 vendrán las elecciones estatales, en las que estará en juego la gubernatura.
Aunque hoy en día las tendencias no le son favorables en el estado, de acuerdo a sondeos recientes, muchos se aventuran a decir que será uno de los protagonistas principales en la lucha por la oficina pública mejor pagada en California.
Sindicalista magisterial y burocrático, Villaraigosa fue presidente de la Asamblea Estatal, hasta que los límites legislativos le prohibieron postularse de nueva cuenta.
Tras la derrota electoral por la Alcaldía hace ocho años, en 2003 se presentó a las elecciones municipales para buscar un puesto en el Cabildo Angelino, y estar a la espera de brincar a la Alcaldía.
Ya como Edil, Villaraigosa trató y no pudo hacerse de las riendas del poderoso Distrito Escolar Unificado de Los Angeles, ante los pésimos resultados que éste ha dado a la niñez angelina.
Cercano a Hillary Clinton, optó por ella como su candidata presidencial y, aunque perdió, al mismo tiempo ganó, ya que fue convocado por Barack Obama como su asesor en cuestiones económicas durante el período de transición.
El Alcalde se divorció de Corina, su esposa, tras el ‘affaire’ que salió a la luz pública y él mismo admitió con una periodista de una cadena hispana de televisión.
Hace unos años fue severamente cuestionado por cuestiones éticas en su campaña del 2001.
Pero no todo ha sido malo en su desempeño: de acuerdo a su mismo equipo de campaña reelectoral, entre los alcances de Villaraigosa como alcalde se encuentra la iniciativa ‘Green LA’.
Gracias a las medidas impulsadas con este plan, se ha cuadruplicado el uso de energía renovable en Los Angeles.
Villaraigosa tiene intenciones de reducir en un 35 por ciento las emisiones de carbono en la ciudad en el 2020, para lo cual adquirió camiones recolectores de basura que utilizan energía alterna.
En dos años, uno de cada cinco kilowatts utilizados en la urbe provendrá de fuentes solares o eólicas.
La Alcaldía también logró crear la granja municipal de electricidad por viento más grande del país.
Quizá por ese motivo, el Alcalde Villaraigosa se dispuso a pactar con la Comisión Federal de Electricidad, a fin de hacerse de la electricidad geotérmica de la Planta de Cerro Prieto, en pleno Valle de Mexicali.
El Departamento de Agua y Energía de Los Angeles (LADWP) podrá alcanzar su objetivo de contar con un 10 por ciento de electricidad de fuentes renovables a través de la firma de dicho acuerdo.
El documento permitirá a CFE otorgar a Los Angeles hasta 100 megawatts de electricidad, de los cuales ya enviaron 25 en diciembre y otros 50 en enero.
Estos 50 megawatts representaron una quinta parte de la electricidad distribuida en la ciudad de fuentes renovables o el 2 por ciento de su compra total, suficiente para llevar el flujo a unas 32 mil 500 casas.
Con bombo y platillo, desde el ‘City Hall’ angelino se dio a conocer que la ciudad podrá contar con mayores recursos de energía verde.
Pero a Villaraigosa o le informaron mal, o sencillamente su equipo desconoce mucho de lo que ocurre en la capital bajacaliforniana.
Campesinos y residentes del Valle de Mexicali han luchado por años contra la paraestatal mexicana, al argumentar que sus tierras se han visto severamente afectadas por la grave contaminación, presuntamente generada por la Planta de Cerro Prieto.
Muchos han sido los intentos por esclarecer el asunto. Las autoridades mexicanas han negado rotundamente que los metales pesados localizados en los alrededores de la planta geotérmica provengan de ésta.
Y a pesar de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha practicado varias auditorías y análisis en este caso, sus resultados no se darán a conocer hasta dentro de varios años, ya que oficialmente el asunto fue clasificado como confidencial.
Con esto queda claro que la energía ‘limpia’ de Cerro Prieto, que permitirá a miles de angelinos ver la televisión, revisar sus correos electrónicos o simplemente tostar un pedazo de pan, está bastante sucia. Al menos, políticamente.
Pero igual de transparente es el hecho de cuántos recursos económicos le va a generar a Mexicali esta venta y cómo van a ser utilizados, particularmente para los meses de verano, cuando los cachanillas sufren las de Caín para pagar sus altísimos recibos de electricidad.
El acuerdo entre CFE y LADWP deja un muy mal sabor de boca a la comunidad ecológica, ya que todo parece indicar que Villaraigosa ahora se pinta de ambientalista gracias a la contaminación que padecen los ciudadanos bajacalifornianos.
A Villaraigosa podrá importarle poco lo que pasen los mexicalenses, pero si desea postularse a puestos de mayor nivel, antes deberá revisar muy bien temas como el de Cerro Prieto, si es que no desea que estos ‘prietitos’ le salgan en su arroz.
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