Por Arturo Bojórquez*
Cuando tomó las riendas del gobierno californiano a finales del
2003, el compromiso del entonces recién estrenado mandatario, Arnold
Schwarzenegger, fue reformar las maneras de hacer política en el estado.
Una de sus promesas fue arrebatarle a los legisladores estatales
el proceso de redistritación para dejarlo en manos de un grupo de ciudadanos.
No fue sino hasta un lustro después cuando la idea se convirtió
en realidad. En principio de cuentas, el comité de campaña del gobernador, el
llamado Dream Team, gastó casi 2.5 millones de dólares para colocar la
propuesta en las boletas de noviembre del 2008.
Este nuevo organismo estaría encargado de redibujar los 80
distritos de la Cámara Baja y los 40 del Senado Estatal de California, que
eventualmente incluyó también los 53 del Congreso federal.
El principal argumento a favor de la medida fue matemático: el 99
por ciento de los legisladores se reelejían con facilidad, de ahí que se
pretendiera hacerlos más competitivos.
En total, fueron más de 5 millones de dólares los que se
recaudaron a favor de la medida, por unos 350 mil obtenidos por los grupos en
contra de la misma, mayoritariamente relacionados con el Partido Demócrata,
temerosos de que los Republicanos de Schwarzenegger pudiesen equilibrar los
pesos y contrapesos en el estado.
Como era de esperarse, a final de cuentas los ciudadanos
californianos le dieron el visto bueno a la propuesta y ganó el Sí con casi 100
mil votos de ventaja.
Tras el conteo censal del 2010, vino el trabajo de la comisión,
la cual redibujó las demarcaciones políticas legislativas del estado, dejando a
algunos asambleistas y senadores sin representados, obligándolos a buscar la
reelección entre nuevos votantes.
Así, vino el 2012. La candidatura presidencial de Barack Obama y
los nuevos distritos trajeron como consecuencia una pesadilla para los
conservadores del estado.
No solamente se vieron impedidos para recuperar distritos, sino
que los pocos que tenían en la bolsa se redujeron.
Actualmente, tanto en la Asamblea como en el Senado Estatales los
Demócratas poseen una super-mayoría, con la cual pueden hacer cambios a diestra
y siniestra sin estar obligados a negociar con los Republicanos, como por
ejemplo con el presupuesto estatal.
En total, cuentan con 25 de 80 legisladores en la Cámara Baja y apenas
11 de 40 en la Cámara Alta.
Para empeorar la situación, en estos 10 años desde que el actor
asumió la gubernatura, el Partido Republicano ha perdido 1.33 por ciento de sus
afiliados, mientras los Demócratas han engrosado sus filas en un 18.58 por
ciento y los votantes independientes les pisan los talones con 3.8 millones de
personas, que representan un aumento de 54.90 por ciento desde 2003.
De esta forma se puede ver claramente que el legado del 'G.obernator' fue desastroso para su partido, mientras que la maquinaria Demócrata se ha aceitado muy bien, a pesar de los miedos provocados por la Proposición 11.
*Actualmente es editor del Semanario Adelante Valle, que circula cada viernes en el Condado de Imperial desde septiembre del 2001. A lo largo de dos décadas de carrera, ha colaborado en diversos medios escritos, radiofónicos y televisivos de la región Mexicali-Valle Imperial.
De esta forma se puede ver claramente que el legado del 'G.obernator' fue desastroso para su partido, mientras que la maquinaria Demócrata se ha aceitado muy bien, a pesar de los miedos provocados por la Proposición 11.
*Actualmente es editor del Semanario Adelante Valle, que circula cada viernes en el Condado de Imperial desde septiembre del 2001. A lo largo de dos décadas de carrera, ha colaborado en diversos medios escritos, radiofónicos y televisivos de la región Mexicali-Valle Imperial.
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