Thursday, March 07, 2013

Como el cangrejo

Por Arturo Bojórquez*
Así vamos. Para atrás. Y tal parece que la llegada del “nuevo” régimen a México no mejorará la cosas, sino todo lo contrario.
La organización francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF), dio a conocer que en 2013 el país se ubicó en el sitio 153 dentro de su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.
Este índice, que mide el nivel de libertad que poseen los periodistas, le da a México 45.30 puntos. En su más reciente reporte, RSF le quita cuatro lugares al país en su lista.
Aún peor, el organismo cataloga a México como el país más violento del hemisferio para reporteros, camarógrafos y editores. Inclusive, destaca que el año pasado fueron asesinados seis periodistas, además de que los trabajadores de la información sufrieron por la violencia que se vive y la censura durante el proceso electoral que puso en Los Pinos a Enrique Peña Nieto.
Y comento, casi aseguro, que las cosas van a empeorar, luego de que apenas hacen unos días fuera asesinado un periodista en Ojinaga y atacados dos medios de comunicación en Ciudad Juárez, ambos en el Estado de Chihuahua, al norte de México.
Para acumular más pruebas en este sentido, la RSF recordó que en el período 2011-2012, cuando se dio el reporte anterior, México se colocó en el sitio 149 con 72.67 puntos, cayendo 13 lugares en la clasificación.
En ese entonces, se registró el asesinato de otros cinco periodistas.
Un año antes, en 2010, México obtuvo 47.50 puntos, que lo colocaron en el sitio 136.
Para darle otra perspectiva de la situación, México estuvo ese año por debajo de países como Venezuela, Argelia, Irak, Camboya, Camerún, Egipto, Jordania y Zimbabue, además de estar empatado con Singapur.
En 2009, la RSF le asignó a México 48.25 puntos en su clasificación, que fueron suficientes para ascender hasta el lugar 137, un aumento de apenas un escalón comparado con el año anterior.
En ese reporte, la organización destacó la violencia y la autocensura como padecimientos del gremio. Agregó además que, desde el 2000, se habían contabilizado 55 asesinatos de periodistas, de los cuales nueve ocurrieron en el período registrado.
En ese año, nos colocamos al mismo nivel que Gambia y abajo de Honduras, Colombia y Venezuela, este último país donde el ahora fallecido Hugo Chávez quitó los permisos a 34 televisoras en esas mismas fechas.
La lista indica que en 2009 apenas superamos a naciones como Etiopía, Níger, Kazakistán y Azerbaiyán.
Las cifras, por sí solas, bastan y sobran para pensar que las cosas, en lugar de mejorar, irán en sentido contrario. Pero en este caldo de cultivo contra el ejercicio periodístico habría que añadirle otro ingrediente.
Y es que, de acuerdo a los mismos reportes de la prensa, la tendencia violenta que se desató con la gestión de Felipe Calderón no ha cesado. Por el contrario, inclusive se ha registrado un aumento que, aunque marginal, no deja de representar un alza.
Lo peor de todo es que el tema de la violencia del crimen organizado no figura ya en la agenda presidencial. Todo apunta a que la estrategia del viejo-nuevo régimen se limitará a echar la basura por debajo de la alfombra, para evitar un efecto mediático en la población respecto al reguero de sangre que se sigue manifestando por todos los rincones del país.
Pero como dijo Galileo: Y sin embargo, la Tierra se mueve…
*Actualmente es editor del Semanario Adelante Valle, que circula cada viernes en el Condado de Imperial desde septiembre del 2001. A lo largo de dos décadas de carrera, ha colaborado en diversos medios escritos, radiofónicos y televisivos de la región Mexicali-Valle Imperial.

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