Por Arturo Bojórquez*
Mucho se habla de la puñalada por la espalda (que más podría
sonar a venganza por lo ocurrido hace seis años) que un sector del Partido
Revolucionario Institucional le propinó a sus propios candidatos en la jornada
del domingo 7, particularmente a su abanderado a la gubernatura, Fernando
Castro.
Sin embargo, nada se dice de lo acontecido al interior de la
Alianza Unidos por Baja California.
De los tres candidatos a diputados que postuló el Partido de la
Revolución Democrática (miembro de dicha alianza), al parecer solamente uno
llegará a la XXI Legislatura que se instalará el 1 de octubre.
Nada más hay que ver las cuestionadas cifras preliminares.
En el Distrito VI, la candidata aliancista a la diputación,
Felícitas Rangel, recibió 23 mil 721 votos.
El candidato a Gobernador de la misma alianza, Francisco Vega, se
hizo de 25 mil 451 sufragios, una diferencia de mil 730.
Por el contrario, el abanderado de la Coalición Compromiso por
Baja California a la gubernatura logró 24 mil 936 votos por 25 mil 458 de la
aspirante a diputada, la priista y ex lideresa sindical, Camen Frías.
Hasta aquí, todo parecería llevar a pensar que hubo simplemente
un “voto cruzado”.
Pero resulta interesante ver las cifras logradas por el Movimiento
Ciudadano: mientras su candidato a gobernador, Felipe Ruanova, obtuvo 3 mil 191
votos, el candidato a diputado en esta demarcación logró 4 mil 431 sufragios.
Esto revela que una parte de quienes optaron por Kiko Vega,
prefirieron darle su voto al abanderado del MC a diputado, a sabiendas de que
éste no iba a ganar, dejando en la orilla a Rangel, a pesar del gran esfuerzo
que hizo en la campaña.
Caso similar sufrió en la jornada electoral el candidato a
diputado por el Distrito VIII, José Luis Pérez Canchola.
En esta jurisdicción, “Kiko” Vega logró 28 mil 942 votos por 26
mil 130 del ex titular de Derechos Humanos en el estado, una diferencia de casi 3 mil votos.
¿A dónde se fueron? Según las estadísticas, una mitad se fueron a
la Coalición tricolor y la otra al MC.
Dentro del Distrito XII, donde el candidato a diputado, Roberto
Dávalos, es el único perredista que podría entrar a la siguiente legislatura,
el candidato aliancista a la Gubernatura logró 18 mil 865 votos por 16 mil 605
del aspirante a legislador.
La diferencia entre ambos es de 2 mil 200 votos, cuyos emisores
brincaron las líneas partidistas para optar por el candidato del MC.
En Ensenada, única candidatura la Presidencia Municipal que
enarboló el Sol Azteca en la persona del diputado con licencia, Francisco
Javier Sánchez Corona, las cosas estaban en contra de los aliancistas, quienes
perdieron en todas las contiendas.
Sin embargo, el fenómeno se repitió en el hasta ahora municipio
más grande del mundo.
Por un lado, Kiko Vega recibió 50 mil 773 votos. Por el otro,
Sánchez Corona se hizo de 43 mil 267 sufragios, casi 7 mil menos que el virtual
gobernador electo.
Los dos candidatos a diputados del Puerto (incluido el ex Alcalde
panista, César Mancillas Amador), lograron 49 mil 336 votos, casi los mismos
que Vega de Lamadrid.
Por su parte, los aspirantes del MC a la Gubernatura y Alcadía
alcanzaron 6 mil 707 y 6 mil 783 votos, respectivamente, pero los que buscaron
una diputación recibieron 9 mil 366. Otra vez, hubo votantes aliancistas que
optaron por los candidatos a legislador del MC.
Aquí, cabe precisar un par de cosas: en todos los casos, los
votos nulos fueron los mismos para gobernador que para diputados, y que los
votos obtenidos por la izquierda no son distintos a lo alcanzado en 2010.
Para mala fortuna del Sol Azteca, la alta votación que recibieron
los candidatos aliancistas a diputados locales tiene prácticamente fuera de las
ocho curules plurinominales a otro perredista, Alejandro Ruiz Uribe, quien va
en segundo lugar de la lista, detrás del ex Secretario General de Gobierno,
Cuauhtémoc Benavidez.
De no haber sido por este curioso fenómeno y la cantidad de
sufragios obtenidos el Domingo 7, hoy los perredistas estarían contando con cuatro
diputados de nueva cuenta, cosa que no ocurre desde hace 20 años, cuando a la
XIV Legislatura entraron Silvia Beltrán, Catalino Zavala, Federico Sánchez
Scott y José Luis Sabori, un ex Trosquista convertido en ciudadano de los
Estados Unidos.
En lo general, y de acuerdo a cálculos propios (y si el cómputo final
no cambia los resultados), la izquierda habrá salido bien librada en cuanto a
resultados se refiere, ya que en la próxima legislatura estatal conseguirán lo
que no han logrado juntos: cinco diputados. De éstos, dos serían de Movimiento
Ciudadano, dos del Partido del Trabajo y uno del PRD, toda ver que el cómputo
final siga a favor de los aliancistas en el Distrito XII y no se incline a
favor del priista, David Ruvalcaba (victoria que, por cierto y en caso de
darse, cambiaría totalmente la balanza en la siguiente Cámara de Diputados). En
pocas palabras, la izquierda, dividida, jamás será vencida.
Es posible que, como dijo en redes sociales una panista, que
“ellos saben respetar los acuerdos”, no se trate de una deslealtad “per se”,
hecha con alevosía y ventaja, sino que sencillamente al votante blanquiazul le
dio miedo la idea de implantar los matrimonios homosexuales y el aborto en el
estado, tal y como lo expusiera en un debate el virtual perdedor por enésima
ocasión, Fernando Castro Trenti.
Por todo esto, al dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, no
le quedó de otra más que festejar el triunfo de Kiko.
*Actualmente es editor del Semanario Adelante Valle, que circula
cada viernes en el Condado de Imperial desde septiembre del 2001. A lo largo de
dos décadas de carrera, ha colaborado en diversos medios escritos, radiofónicos
y televisivos de la región Mexicali-Valle Imperial
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