Friday, July 12, 2013

La traición blanquiazul




Por Arturo Bojórquez*
Mucho se habla de la puñalada por la espalda (que más podría sonar a venganza por lo ocurrido hace seis años) que un sector del Partido Revolucionario Institucional le propinó a sus propios candidatos en la jornada del domingo 7, particularmente a su abanderado a la gubernatura, Fernando Castro.
Sin embargo, nada se dice de lo acontecido al interior de la Alianza Unidos por Baja California.
De los tres candidatos a diputados que postuló el Partido de la Revolución Democrática (miembro de dicha alianza), al parecer solamente uno llegará a la XXI Legislatura que se instalará el 1 de octubre.
Nada más hay que ver las cuestionadas cifras preliminares.
En el Distrito VI, la candidata aliancista a la diputación, Felícitas Rangel, recibió 23 mil 721 votos.
El candidato a Gobernador de la misma alianza, Francisco Vega, se hizo de 25 mil 451 sufragios, una diferencia de mil 730.
Por el contrario, el abanderado de la Coalición Compromiso por Baja California a la gubernatura logró 24 mil 936 votos por 25 mil 458 de la aspirante a diputada, la priista y ex lideresa sindical, Camen Frías.
Hasta aquí, todo parecería llevar a pensar que hubo simplemente un “voto cruzado”.
Pero resulta interesante ver las cifras logradas por el Movimiento Ciudadano: mientras su candidato a gobernador, Felipe Ruanova, obtuvo 3 mil 191 votos, el candidato a diputado en esta demarcación logró 4 mil 431 sufragios.
Esto revela que una parte de quienes optaron por Kiko Vega, prefirieron darle su voto al abanderado del MC a diputado, a sabiendas de que éste no iba a ganar, dejando en la orilla a Rangel, a pesar del gran esfuerzo que hizo en la campaña.
Caso similar sufrió en la jornada electoral el candidato a diputado por el Distrito VIII, José Luis Pérez Canchola.
En esta jurisdicción, “Kiko” Vega logró 28 mil 942 votos por 26 mil 130 del ex titular de Derechos Humanos en el estado,  una diferencia de casi 3 mil votos.
¿A dónde se fueron? Según las estadísticas, una mitad se fueron a la Coalición tricolor y la otra al MC.
Dentro del Distrito XII, donde el candidato a diputado, Roberto Dávalos, es el único perredista que podría entrar a la siguiente legislatura, el candidato aliancista a la Gubernatura logró 18 mil 865 votos por 16 mil 605 del aspirante a legislador.
La diferencia entre ambos es de 2 mil 200 votos, cuyos emisores brincaron las líneas partidistas para optar por el candidato del MC.
En Ensenada, única candidatura la Presidencia Municipal que enarboló el Sol Azteca en la persona del diputado con licencia, Francisco Javier Sánchez Corona, las cosas estaban en contra de los aliancistas, quienes perdieron en todas las contiendas.
Sin embargo, el fenómeno se repitió en el hasta ahora municipio más grande del mundo.
Por un lado, Kiko Vega recibió 50 mil 773 votos. Por el otro, Sánchez Corona se hizo de 43 mil 267 sufragios, casi 7 mil menos que el virtual gobernador electo.
Los dos candidatos a diputados del Puerto (incluido el ex Alcalde panista, César Mancillas Amador), lograron 49 mil 336 votos, casi los mismos que Vega de Lamadrid.
Por su parte, los aspirantes del MC a la Gubernatura y Alcadía alcanzaron 6 mil 707 y 6 mil 783 votos, respectivamente, pero los que buscaron una diputación recibieron 9 mil 366. Otra vez, hubo votantes aliancistas que optaron por los candidatos a legislador del MC.
Aquí, cabe precisar un par de cosas: en todos los casos, los votos nulos fueron los mismos para gobernador que para diputados, y que los votos obtenidos por la izquierda no son distintos a lo alcanzado en 2010.
Para mala fortuna del Sol Azteca, la alta votación que recibieron los candidatos aliancistas a diputados locales tiene prácticamente fuera de las ocho curules plurinominales a otro perredista, Alejandro Ruiz Uribe, quien va en segundo lugar de la lista, detrás del ex Secretario General de Gobierno, Cuauhtémoc Benavidez.
De no haber sido por este curioso fenómeno y la cantidad de sufragios obtenidos el Domingo 7, hoy los perredistas estarían contando con cuatro diputados de nueva cuenta, cosa que no ocurre desde hace 20 años, cuando a la XIV Legislatura entraron Silvia Beltrán, Catalino Zavala, Federico Sánchez Scott y José Luis Sabori, un ex Trosquista convertido en ciudadano de los Estados Unidos.
En lo general, y de acuerdo a cálculos propios (y si el cómputo final no cambia los resultados), la izquierda habrá salido bien librada en cuanto a resultados se refiere, ya que en la próxima legislatura estatal conseguirán lo que no han logrado juntos: cinco diputados. De éstos, dos serían de Movimiento Ciudadano, dos del Partido del Trabajo y uno del PRD, toda ver que el cómputo final siga a favor de los aliancistas en el Distrito XII y no se incline a favor del priista, David Ruvalcaba (victoria que, por cierto y en caso de darse, cambiaría totalmente la balanza en la siguiente Cámara de Diputados). En pocas palabras, la izquierda, dividida, jamás será vencida.
Es posible que, como dijo en redes sociales una panista, que “ellos saben respetar los acuerdos”, no se trate de una deslealtad “per se”, hecha con alevosía y ventaja, sino que sencillamente al votante blanquiazul le dio miedo la idea de implantar los matrimonios homosexuales y el aborto en el estado, tal y como lo expusiera en un debate el virtual perdedor por enésima ocasión, Fernando Castro Trenti.
Por todo esto, al dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, no le quedó de otra más que festejar el triunfo de Kiko.
*Actualmente es editor del Semanario Adelante Valle, que circula cada viernes en el Condado de Imperial desde septiembre del 2001. A lo largo de dos décadas de carrera, ha colaborado en diversos medios escritos, radiofónicos y televisivos de la región Mexicali-Valle Imperial

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